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Decorar con mantas: diseño y funcionalidad a la vez

Las mantas se volvieron una tendencia en la decoración y más en el año que pasó que estuvimos tanto en casa. Son las grandes aliadas del invierno pero no tienen por qué estar ocultas ya que elegidas y colocadas de la forma correcta son un gran elemento decorativo.

 

¿Hay una imagen más acogedora que un sillón con una manta encima? Probablemente no. En los meses de frío las mantas serán nuestras grandes amigas pero también pueden serlo del estilo de nuestra casa.

Hay varias formas de usar mantas para decorar nuestro hogar (y además tenerlas a mano para usarlas cuando queramos).

Si vamos al lugar más común para este elemento, el dormitorio, una buena idea es colocarlas a los pies de la cama. Un modelo muy adecuado para esto son las de punto gordo. Podemos elegirla en un color que contraste con el de la ropa de cama para que la manta se vuelva la protagonista del espacio.

Saliendo de ese sitio común para las mantas, podemos ubicarlas sobre sillas, sillones o sofás.

Una silla (si es de diseño mejor) con una manta encima (simplemente doblada o sobre el respaldar) será un toque decorativo muy especial. Puede ser alguna tradicional pero una opción muy en auge son las de pelo blanco.

Una manta y un sillón son la combinación ideal para crear un hermoso rincón de lectura. Pero si pensamos en tiempo en familia, manta y sofá son inseparables.

En estos últimos dos casos podemos ubicar estas piezas sobre esos muebles tanto en su respaldar como en el apoyabrazos o sobre una esquina. Podemos dejarla que caiga como por “descuido” (que no es descuidado, si no bien programado) y veremos el toque que dará a nuestro ambiente.

 

Puntos a tener en cuenta

La idea al colocar las mantas como elemento decorativo es que el look sea chic y no descuidado. Es por ello que decíamos que debe dejarse caer como al descuido pero no es tan así. No basta con simplemente dejarlas tiradas, si no acomodarlas para dar un aire descontracturado pero agradable a la vista.

Cuando no las ponemos sobre el sofá podemos tenerlas almacenadas en la sala para tenerlas a mano cuando las necesitemos. Una idea muy práctica (y que a la vez es decorativa) es colocarlas en canastas o cajas dobladas o enrolladas de manera prolija.

Otro punto a considerar es que las mantas se adapten al estilo decorativo del conjunto. El sofá, los almohadones, la alfombra y la manta deben tener armonía de colores, texturas y estilos.

Podemos mantener la paleta general o usarla como un toque que destaque, eligiendo por ejemplo una en un color contrastante.

Las mantas son un recurso decorativo muy práctico. Con solo cambiarlas podemos modificar la decoración de una zona de la casa de manera rápida y sencilla.

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