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La iluminación es un aspecto clave en un espacio de trabajo. Con un buen flujo de luz podremos realizar nuestras tareas de manera más cómoda y eficiente y evitar problemas a nuestros ojos. Las lámparas de escritorio son una de las piezas fundamentales pero siempre la luz natural será la opción privilegiada.

 

Contar con buena iluminación es una condición imprescindible en todo espacio destinado al trabajo o estudio. Esto nos ayudará a mejorar nuestro rendimiento y evitará molestias o problemas visuales.

La primera premisa es aprovechar la luz natural. Por lo cual ubicar esta zona cerca de una ventana será una buena elección. Sin embargo, hay algunas consideraciones a tener en cuenta:

  • posicionar la mesa junto a la ventana, no de frente ni de espaldas sino de lado.
  • procurar que la entrada de luz quede del lado opuesto a la mano con la que escribimos.
  • evitar crear rincones con mucha luz y otros con muy poca. Los contrastes muy marcados harán que nos fatiguemos con mayor facilidad.
  • colocar el monitor en una ubicación en la que no reciba la luz solar de frente para evitar que la pantalla se oscurezca o muestre reflejos.

En algunos casos y en ciertos momentos del día, la luz natural puede no ser suficiente y es por ello que debemos complementar con un artefacto de iluminación artificial.

En este punto se destacan las lámparas de escritorio, que nos proporcionan una iluminación focal directa. Hay variedad de diseños y tipos, pero al elegirlas debemos tener en cuenta algunas pautas:

  • No colocarlas como única fuente de luz en la zona de escritorio, dejando sin iluminar el resto del ambiente. Esta diferencia de luz causa fatiga ocular y puede perjudicar nuestra vista largo plazo. Debemos complementar las lámparas de escritorio con iluminación general.
  • Elegir aquellas que se puedan orientar según nuestra necesidad.
  • Verificar que la lámpara sea estable.
  • Escoger una de buena altura ya que esto nos ayudará a generar menos sombras y nos dará comodidad ya que no nos estorbará en el espacio de trabajo.
  • Si somos zurdos, debemos colocarla a nuestra derecha y, si somos diestros, a la izquierda. De este modo evitaremos sombras.

 

Tipo de luz

Un punto importante es el tipo de luz que vamos a elegir para la lámpara. La opción recomendada por los especialistas, para evitar daños en los ojos, son las neutras, cuya temperatura de color ronde los 4000K o tendiendo hacia tonos más cálidos (hasta unos 3000K).

Se sugiere evitar la iluminación que esté en el rango de los 5000 a los 6500K (luz blanca o fría). Si bien este tipo de iluminación está muy impuesta, su alto componente de luz azul poder ser perjudicial para nuestra visión.

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