Al momento de decorar no debemos olvidarnos de la iluminación. Este es un aspecto que no suele considerarse dentro de la decoración pero que es fundamental para lograr que todo lo que armamos con los muebles, textiles y accesorios resalte y logre el clima que buscamos.
La iluminación es un punto muy importante en la decoración de un ambiente. Es un componente que unifica y hace resaltar todo lo que fuimos disponiendo en el espacio.
La mejor opción en cuanto siempre será la luz natural y es por ello que en el diseño de las viviendas es un aspecto que se tiene en cuenta y que hace que se incorporen ventanales y se busque la orientación adecuada para recibir el mayor ingreso de los rayos del sol.
Pero la luz solar no está presente durante todo el día o a veces no es suficiente por lo cual se hace necesario recurrir a fuentes artificiales.
Es en este rubro donde hay dos categorías que nos permiten alcanzar distintos objetivos:
- Luz amarilla
Este tipo de luz nos permitirá crear un clima acogedor y cálido. Es una buena opción para ambientes fríos y exteriores.
Además es adecuada para poner énfasis en ciertos puntos de la habitación como cuadros o piezas de arte.
Se lleva muy bien con decoraciones en estilos clásicos, vintage o eclécticos.
- Luz blanca
Si lo que queremos es que los muebles y el diseño general del conjunto resalte, la luz blanca es la opción indicada.
Da amplitud a los ambientes y va muy bien con estilos minimalistas con tonos grises y fondos claros como protagonistas.