Revista Vertice

Portada » Sobretensiones eléctricas: ¿cómo protegemos nuestra casa?

Sobretensiones eléctricas: ¿cómo protegemos nuestra casa?

Uno de los eventos más comunes relacionados con la electricidad que pueden darse en nuestra casa son las sobretensiones. Estas situaciones pueden dañar seriamente los artefactos eléctricos de nuestro hogar, así como también la instalación y hasta a las personas. Para poder evitarlos se deben instalar unos dispositivos especialmente diseñados para protegernos de este incidente.

 

Las sobretensiones son una situación muy común que puede afectar el sistema eléctrico y los artefactos de nuestra casa. También pueden representar un riesgo para las personas ya que al producirse estas subidas de tensión se puede generar un arco eléctrico entre dos piezas conductoras y provocar, por efecto térmico, accidentes corporales.

Una sobretensión se produce cuando la tensión de la red es muy superior a la normal y es algo que sucede constantemente en la mayoría de las instalaciones eléctricas.

Hay dos tipos de sobretensiones: las transitorias (que pueden ser pequeños picos de tensión de muy corta duración, que no afectan significativamente a los aparatos conectados o picos elevados que sí provocan efectos dañinos) y las permanentes (pueden ser de duración indefinida y estar provocadas, por ejemplo, por la rotura de un conductor de neutro y causan serios daños en los artefactos).

Un 20% de las sobretensiones se producen por fenómenos atmosféricos (caída directa o indirecta de rayos) y el 80% restante se debe a maniobras en la red (conmutaciones de potencia en las líneas, accionamiento de motores, etc.).

 

¿Cómo protegernos?

Para prevenir los daños que provocan las sobretensiones se deben instalar protectores especialmente diseñados para este fin. Hay dos tipos principales: uno para las sobretensiones transitorias y otro para las sobretensiones permanentes.

Estos dispositivos derivan los picos de tensión hacia el conductor de tierra, evitando que lleguen a los equipos de la vivienda. Estos protectores son llamados de tipo 2 cuando están destinados a proteger de manera general la instalación o de tipo 3 si tienen una mayor sensibilidad para proteger aparatos más delicados.

Para la caída de rayos, se instala un dispositivo complementario que descarga la mayor parte de la energía  y se lo conoce como protector de tipo 1.

Para una correcta protección se deben combinar elementos de distinto tipo, incluso hay en el mercado dispositivos que integran un protector contra sobretensiones transitorias y otro contra sobretensiones permanentes.

Para seguir leyendo...