Nuestro país es un importante productor de aceitunas y aceite de oliva. Para vivir la experiencia de cerca hay varias provincias que podemos visitar y adentrarnos en este mundo de sabores. La Rioja, Catamarca, San Juan y Mendoza nos ofrecen variadas opciones para conocer la producción olivícola y probar sus exquisiteces.
Las provincias de La Rioja, Catamarca, San Juan y Mendoza son los lugares donde los olivos que se cultivan en Argentina encuentran las mejores condiciones para desarrollarse. Cada una de estas zonas aspiran a ser el mejor lugar en su actividad ya sea por producir las mejores aceitunas o el mejor aceite, tener las variedades más deliciosas o ser el sitio donde comenzó la historia de la industria olivícola nacional.
Todas tienen hermosos paisajes y exquisitos sabores para ofrecernos en diferentes tours que podemos realizar.
Si nos centramos en la historia, al parecer el podio lo gana La Rioja ya que en su tierra está el olivo más antiguo del país. Podemos verlo en Aimogasta, al norte de la provincia y se calcula que tiene más de 400 años. Se cree que sería uno de los ejemplares introducidos en América por el capitán Pedro de Alvarado, que es considerado el padre fundador de la olivicultura en nuestro país. Además se dice que este árbol es el único sobreviviente de una gran tala que mandó a realizar el rey Carlos III de España, temiendo que los espectaculares rindes de los olivos americanos pusieran en riesgo las exportaciones de su país.
Hoy, este olivo es Monumento Nacional y orgullo de los habitantes de esa localidad.
En el departamento de Arauco se produce la única variedad argentina de oliva que está incluida en el catálogo mundial de esta planta. Se llama del mismo modo que la región: Arauco y se caracterizan por ser aceitunas de un gran tamaño.
Además de conocer los establecimientos productores y el olivo histórico, en esta provincia también podemos disfrutar de la “olivoterapia” (tratamientos de belleza y relax en base a ese fruto).
Catamarca
Catamarca presenta características particulares que hacen a la región apta para un buen desarrollo de la olivicultura. Su clima seco y su gran amplitud térmica crean las condiciones necesarias para que los olivos vayan formando sus sabores.
En esta provincia podemos visitar algún centro de producción local, tanto industrial como pequeños establecimientos familiares. Cualquiera sea el tipo de emprendimiento, se recibe a los visitantes con los brazos abiertos y se les muestra cómo es el proceso de producción, desde la cosecha hasta la extracción del aceite, y se les ofrecen, por supuesto, degustaciones.
Los circuitos que recorren el Valle de Catamarca y el de Pomán, han cobrado gran protagonismo en los últimos años dentro de los caminos del olivo.
Mendoza
En esta provincia el Camino del Olivo alcanza su esplendor. Sobre la estructura del turismo de bodegas se desarrolló un recorrido de visitas a los olivares.
Podemos visitar, por ejemplo, la bodega Zuccardi, en Maipú, que, de enero a mayo, abre sus puertas para que los turistas puedan vivir la experiencia de la cosecha y la elaboración. La experiencia se llama “Vení a cosechar” y quienes la realizan se llevan como “recompensa” un aceite en cuya creación participaron.
En Mendoza capital hay variadas opciones para recibir los beneficios de la olivoterapia.
¡Ya dan ganas de salir para visitar estas regiones!