La diseñadora de interiores María Laura Di Buccio es la protagonista de esta semana. Nos contó su camino hasta llegar a esta profesión que hoy la apasiona. Conocela con nosotros.
“Mi llegada a esta profesión fue no convencional. Estudié varias carreras. Me recibí y trabajé 12 años como profesora de Educación Física. Me gustaba, lo hice correcto pero es como que adentro tenía algo que me empezó a hacer cada vez más ruido”, inicia María Laura Di Buccio.
Actualmente es diseñadora de interiores, pero esta profesión llegó a su vida luego de un camino recorrido.
Como profesora de Educación Física creó un grupo de expresión corporal que comenzó con 5 alumnas y llegó a 120. Con respecto a ese momento, María Laura nos cuenta: “Siempre tuve una idea: cuando esté en su mejor momento lo dejo. Fue como una locura mía. La verdad es que andaba lindo y yo estaba cómoda. Pero eso no me movía. Mi socia me decía ¡cómo podes dejar! Nos iba bien”.
Yo siempre digo que tenemos que lograr un espacio feliz”.
Luego de un tiempo de “duelo”, como ella lo llama, comenzó sus estudios de diseño de interiores. “A los 37 años comencé en la Libero Pierini, con 2 nenas chicas, algo que seguía trabajando y mi casa… era medio caótico pero empecé a estudiar”, relata y ese nuevo comienzo fue como un despertar para ella. “A los 37 años me di cuenta lo que es que algo te apasione. Me fascinaba todo, desde la primera materia hasta la última”, expresa emocionada.
Con miedos, pero siempre para adelante
“Hasta el día de hoy me pasa que un nuevo proyecto me genera temores pero lo hago. El miedo no me invalida”, afirma Di Buccio.
“Antes de recibirme empecé a trabajar con una cliente-amiga-vecina que me dijo ´¿no te animás a hacer algo en mi casa?´. Yo sentía como que no sabía nada. Me agarró desprevenida pero ella confiaba mucho en mí. Y ahí recurrí a una de mis profes”, recuerda.
Nunca es tarde. Vivimos en una sociedad donde recién ahora se están moviendo algunos paradigmas de ese “para toda la vida” y estamos 15 minutos en la eternidad del universo. Entonces hay que animarse a hacer todo lo que queremos o todo lo que más podemos.”
Un espacio saludable
En cuanto a si ve cosas en común entre su profesión actual y la anterior, María Laura expresa: “en ambas se trabaja con la gente, intentás mejorarle la calidad de vida. En definitiva yo no te ofrezco un color de pintura o un tipo de piso, te brindo confort, comodidad, un espacio saludable”.
- ¿Cuánto influye el espacio en el interior de las personas?
- “¡100%! Hoy gracias a Dios se le está dando mucha más importancia al espacio donde te vas a desarrollar con el trabajo que tengas, así seas ama de casa. Una persona feliz en su espacio de trabajo va a producir más y mejor. Hay un feedback interno entre tu espacio y vos”.
Sueños
Al consultarle sobre sus sueños u objetivos profesionales, Di Buccio dice: “Soy una soñadora por excelencia. Los sueños hacen que uno siga y le dé para adelante. Me gustaría difundir la profesión desde la comunicación. Siempre tuve en mente el poder ayudar a la gente en esto de que conozcan más, que tengan esto más al alcance”.
