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Desde hace unos meses Río Cuarto cuenta con una nueva propuesta en lo que respecta a muebles. Se trata de piezas que escapan a la estandarización y que resaltan por el trabajo artesanal y la preocupación por la calidad y los detalles.

 

Un ítem fundamental a la hora de “armar” y decorar nuestros ambientes son los muebles. Sin dudas es una de las primeras cosas que buscamos luego de que finaliza la etapa de obra de una vivienda. En el mercado existen variedad de modelos, calidades y prestaciones, pero encontramos una propuesta que nos remite al trabajo dedicado y artesanal de antaño, pero adaptado a los tiempos actuales.

Lañin es una firma nacional, con sede central en la ciudad de Buenos Aires, que desde hace 93 años ofrece muebles de calidad a todo el país y otras partes del mundo.

Comenzó siendo una fábrica de sillas y luego fue ampliando su oferta hasta abarcar mesas de comedor, mesas ratonas y auxiliares, camas, sillones y más.

Su crecimiento la llevó incluso a tener sucursales en Miami y en Nueva York, en los Estados Unidos.

Desde hace unos meses hizo su desembarco en Río Cuarto con una oferta que rompe con lo disponible hasta el momento en la ciudad.

Su propuesta es exclusiva y principalmente clásica, aunque incluyen en su catálogo opciones de líneas bien actuales.

 

Piezas únicas

“En Lañin todo es artesanal, todo se hace a mano. No hay nada con máquinas. Las piezas son únicas pese a que se copie un modelo porque siempre se hace a mano”, explica Horacio Quiroga Mora, responsable de la sucursal Río Cuarto de la firma. Él, oriundo de esta ciudad y socio de la empresa desde hace años, fue el impulsor de traer esta opción a esta parte del país.

Todos los modelos comercializados por Lañin son diseños propios (salvo casos de pedidos donde se solicite replicar alguna pieza) y se realizan por pedido.

Al momento de la visita a la sucursal, el mismo Quiroga Mora asesora a los clientes sobre las piezas más convenientes en cuanto a modelo y, en los casos que lo requieran, en la tapicería, que también es realizada por la empresa.

La materia prima con la que trabajan son maderas macizas de la variedad guindo o cerezo. “El cerezo es importado y el guindo es la variedad de cerezo que se da en América del Sur -que requiere muchísimo frío-. Nosotros traemos cerezo”, explica Quiroga Mora.

Para los muebles que van enchapados utilizan raíz de distintas variedades como el roble u otros árboles. Este material, según cuenta Horacio, “no se saca de las raíces específicamente si no que se lastima al árbol a la altura del tallo y esa lastimadura hace que el organismo del ejemplar se defienda y forme una especie de tumor muy grande. En ese lugar está lo que llamamos raíz, la cual tiene una veta hermosa”.

Pese a realizar las piezas principalmente con estos materiales, el encargado de Lañin en Río Cuarto añade: “si alguien nos pide alguna madera en particular, se consigue y se hace en esa variedad”.

 

Clínica del Mueble

Lañin ofrece un servicio no muy común para comercios de este tipo: la restauración de muebles. A través de su Clínica del Mueble, la empresa recibe piezas que restaura para devolverles su aspecto original o bien renovarlas con nuevos acabados, pero siempre respetando la nobleza de las mismas.

Se reparan roturas, se quitan barnices y lacas y se vuelve a proteger la madera, se retapiza, se realizan todas las tareas necesarias para dar una nueva vida a muebles de los que ya disponen los clientes.

En algunos casos los trabajos se realizan directamente en Río Cuarto y en otros, es necesario enviarlos a los talleres de Buenos Aires donde los expertos artesanos de la empresa le devolverán su esplendor.

Los muebles clásicos nunca pasan de moda y la calidad asegura que nos acompañarán por mucho tiempo.

 

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