El tiempo nos va dejando objetos que son verdaderas joyas. Los autos antiguos despiertan en muchos gran fascinación y los llevan a poner manos a la obra para devolverles su esplendor. La restauración de autos es una tarea que demanda mucho tiempo, esfuerzo y dinero, pero, si se realiza correctamente, el resultado final vale lo invertido.
Embarcarse en la restauración de autos antiguos resulta una actividad muy emocionante. Representa un desafío que presenta retos a cada paso y que nos lleva a adentrarnos en la historia de esa pieza y del momento en que fue creada.
Para lograr un trabajo exitoso lo mejor será conocer muy bien el estado inicial del vehículo en el que trabajaremos y saber que por más que ese estado sea bastante bueno, lo que vendrá nos demandará conocimiento, dinero, trabajo, esfuerzo y tiempo. ¡No apto para impacientes!
Pero la recompensa final dejará atrás cualquier contratiempo.
¿Por dónde empezar?
El primer paso del proceso de restauración será investigar para poder conocer al detalle el vehículo que restauraremos. Algunos datos fundamentales a averiguar son: qué modelo es, de qué año, cuáles son los detalles de su fabricación, con qué toques decorativos contaba originalmente, qué lo diferencia de modelos siguientes y anteriores, entre otros.
Internet es una enorme fuente de información pero también se puede consultar con un especialista.
Antes de comenzar el trabajo, será necesario estimar el costo aproximado del proyecto. Esta no es una tarea fácil, pero sí necesaria. Conocer qué presupuesto nos demandará (sea que hagamos el trabajo nosotros mismos o lo dejemos en manos de otros), nos ayudará a evaluar si podremos concluir la refacción o no, según nuestras posibilidades. Además, prevendremos sorpresas.
Los ítems a considerar son las piezas que se deberán comprar, el costo de los materiales y la mano de obra.
Si vamos a realizar la restauración nosotros mismos tendremos que asignar previamente un espacio físico adecuado para esta labor. Tener en cuenta que no será una actividad de poco tiempo. Si lo haremos en nuestro garaje, habrá que acondicionarlo con alguna maquinaria que nos permita llevar adelante el trabajo.
Si vemos que se nos dificulta, siempre habrá posibilidad de consultar con un experto. Hoy hay muchos talleres que se especializan en restauraciones y los resultados que logran dejan a más de uno con la boca abierta.
Devolverle la vida a esas piezas clásicas es posibles y nos va a llenar el alma de recuerdos.