El sector hotelero adecua sus prácticas para brindar más seguridad a los huéspedes frente al Coronavirus. Los estándares de higiene se ajustaron y se extremaron al máximo. También se toman medidas para asegurar el distanciamiento social.
Los hoteles son uno de los rubros más afectados por la pandemia. Desde hace unos meses van abriendo sus puertas poco a poco en varios puntos del planeta y esto los llevó a tomar nuevas medidas de seguridad sanitaria para proteger a sus huéspedes y empleados.
Las grandes empresas se preparan hace tiempo para ofrecer servicios de higiene acordes a su categoría. Los dos ejes centrales en los que se trabaja son la desinfección de los espacios y superficies y el distanciamiento social.
La cadena Marriott, con más de 7 mil hoteles alrededor del mundo, dio el puntapié inicial en el mes de abril al crear su Consejo de Limpieza Global con el fin de establecer estándares de limpieza aún más altos para operar de manera segura en tiempos de COVID.
Pero no es el único, ya que otras cadenas u hoteles de varios países ya adaptaron sus prácticas para reforzar las medidas de higiene y el distanciamiento.
El plan de Marriott se basa en el uso de tecnología mejorada que permita evitar la propagación del virus. Además de la desinfección del hotel se utilizan rociadores electrostáticos con desinfectantes hospitalarios que se aplican en todas las superficies. Cada establecimiento utiliza también sistemas de purificación de aire y luz ultravioleta para desinfectar llaves para invitados y dispositivos compartidos por empleados.
En las habitaciones ponen a disposición de los huéspedes toallitas desinfectantes y se instalan más estaciones de desinfección de manos en las entradas, cerca de la recepción, los elevadores, gimnasios y espacios de reuniones.
Los buffets y el servicio al cuarto también adaptaron sus prácticas.
El grupo Hilton creó el programa CleanStay bajo recomendaciones de la Mayo Clinic y la fábrica de Lysol. Entre sus acciones se incluye retirar de las habitaciones bolígrafos y papel que puedan haber tocado otros huéspedes y sellar la puerta de cada habitación con una calcomanía para indicar que se ha completado la limpieza y no ha entrado nadie más.
En Hyatt se nombró un gerente de higiene y bienestar en cada uno de los hoteles para que se encargue de la supervisión de los nuevos protocolos de limpieza.
Algunos establecimientos toman la temperatura de los huéspedes cada vez que ingresan y desinfectan el equipaje con luz ultravioleta.
Es posible que en un tiempo surjan certificaciones que garanticen a los visitantes que el hotel en que se hospedan cumple con las medidas de limpieza adecuadas.
Distanciamiento social
El otro frente de acción es asegurar el distanciamiento social. Para esto algunas de las medidas implementadas son señalización en los vestíbulos, reorganización o retiro de los muebles para permitir más espacio y agregar particiones en la recepción. Todo esto acompañado por el uso de máscaras y guantes por parte de los empleados y el uso de tapabocas en los huéspedes.
Se están desarrollando procedimientos para evitar al máximo los contactos personales. Para ello se diseñaron o adaptaron apps que permiten a los clientes registrarse cuando ingresan al hotel y hasta funcionan como llave digital de la habitación como es el caso de Hilton Honors y Marriott Bonvoy. En otros casos las aplicaciones permiten a los huéspedes solicitar el servicio a la habitación o comunicarse con un conserje sin usar un dispositivo compartido como el teléfono de la mesa de noche.
Cuando se solicite servicio al cuarto, el pedido se empaquetará especialmente y se entregará directamente en la puerta sin contacto.
Otras actividades de los hoteles deben restructurarse también. Las piscinas, los gimnasios y los bares deben adecuar sus prácticas para asegurar el adecuado distanciamiento. Una de las medidas que se han tomado es que los huéspedes deban, por ejemplo, solicitar turnos para acceder a la pileta.
Algunos hoteles han sido muy creativos en sus cambios. El Oxford Hotel en Denver brinda a los clientes la posibilidad de escuchar una banda en vivo que los visita frente a las habitaciones. Los músicos van desplazándose y se detienen en cada piso donde tocan algunas canciones mientras un camarero reparte cócteles en un carrito.
El uso de los ascensores también debió adaptarse y reducir la cantidad de personas dentro de estos recintos. Algunos hoteles establecieron que solo el ascensorista puede tocar los botones del elevador.
Muchos hoteles están funcionando con una capacidad reducida lo cual asegura una menor afluencia de personas.
Los especialistas del sector aseguran que algunas de estas prácticas llegaron para quedarse, principalmente en lo que respecta a la limpieza. Veremos qué nos depara el post pandemia.