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Grandes exponentes del arte, la literatura y la ciencia crearon algunas de sus más reconocidas obras en momentos de pandemia. Repasamos algunos ejemplos de cómo el aislamiento también puede dejar sus frutos a la humanidad.

 

El aislamiento está teniendo consecuencias negativas en muchas personas. Sin embargo, también puede ser un momento donde nuestra creatividad se ponga en acción y de allí pueden surgir muchas cosas nuevas.

En un informe publicado por BBC nos cuentan cómo personajes célebres de la historia crearon algunas de sus obras memorables mientras estaban atravesando una epidemia.

Durante la peste de 1665, Isaac Newton estuvo aislado y en ese tiempo descubrió la idea clave de su teoría de la gravedad. En esos días escribió los documentos que serían la base del cálculo y desarrolló sus teorías sobre óptica mientras jugaba con prismas en su habitación.

Yendo a la literatura, los tiempos de pandemia también dejaron frutos que reconocemos hasta el día de hoy.

Giovanni Boccaccio, uno de los padres de la literatura italiana, escribió una de sus más importantes obras en su aislamiento por la Peste Negra que azotó a Europa en el siglo XIV. Se estima que por esta enfermedad murió el 60 por ciento de la población de Florencia y sus alrededores.

En 1348 el poeta y escritor se refugió en la campiña toscana y allí escribió una obra en la se incluyen cien historias narradas por los protagonistas del libro.

Se trata de diez jóvenes que deciden aislarse (¡qué casualidad!) juntos en el campo durante dos semanas y acuerdan una rutina: por la mañana y por la tarde, harán caminatas, cantarán canciones y comerán comidas exquisitas, con buenos vinos. Pero, en los días que no estén dedicados a cuestiones personales o religiosas, se sentarán juntos y cada uno contará una historia sobre un tema establecido para el día. En 10 días, cada uno de los diez jóvenes cuenta historias, con lo cual al final del libro se recopilan unos 100 relatos. La obra se llama «El Decamerón» y hasta puede ser una fuente de ideas para pasar los días de aislamiento.

 

Shakespeare también

En muchos momentos de su vida William Shakespeare tuvo contacto con la peste desde su nacimiento hasta sus días de adulto como actor profesional, dramaturgo y accionista de una empresa teatral.

Shakespeare vivió en Londres desde la década de 1580. La ciudad fue arrasada repetidamente y durante años por brotes de pestilencia. Las autoridades determinaron que cuando las muertes llegaran a 30 por semana, las funciones de teatro cesaban. Durante mucho tiempo la actividad del sector se cortaba intermitentemente y Shakespeare se encontraba sin trabajo fijo y con tiempo libre. Entonces, escribía.

La cuarentena por el brote de 1606 fue especialmente memorable. Se dice que en el periodo de inactividad Shakespeare creó nada menos que tres de sus tragedias cumbre. «El rey Lear» fue presentada el 26 de diciembre de 1606  y la historia de la relación «Antonio y Cleopatra” subió a escena también a fines del año 1606.

Cuenta los dichos, que en ese periodo también escribió Macbeth, otra de sus famosas tragedias.

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