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Portada » 4 pasos para una piel radiante en verano

Ya casi estamos en verano y tenemos que preparar nuestra piel para hacer frente al sol y las condiciones de esta época del año. Hay algunas acciones clave que tenemos que incorporar a nuestra rutina de cuidado para protegerla de la agresión ambiental y mantenerla saludable y hermosa.

 

Cuando comienzan los días cálidos pasamos más tiempo al aire libre y nuestra piel está más expuesta. No solo se ve más sino que también recibe más agresiones del ambiente, en especial del sol.

Con respecto a esto último la recomendación es que vayamos exponiéndonos de forma gradual. Si pasamos del modo invierno (adentro y llenos de ropa) al modo verano (afuera y con menos ropa) sin escalas nuestra piel sufrirá más.

Pero también es importante que preparemos esta parte del cuerpo para disfrutar del verano y lucirla radiante y saludable.

Para ello hay 4 pasos que tenemos que incorporar a nuestra rutina de cuidado de la piel:

1- EXFOLIACIÓN

La exfoliación nos ayuda a eliminar impurezas de la piel y a renovarla. Eso contribuye a que los tratamientos que le apliquemos posteriormente sean más efectivos y, al hacerla más resistente al sol, favorece el bronceado.

Un buen momento para exfoliar nuestra piel es mientras nos duchamos. Podemos usar algún producto o bien guantes o esponjas especiales para este procedimiento.

Debemos hacerlo tanto en el cuerpo como en la cara, teniendo cuidado en esta última de buscar algo más suave.

Se recomienda exfoliarnos una o dos veces por semana, pero deberemos tener en cuenta nuestro tipo de piel. En pieles sensibles podemos hacerlo cada dos semanas.

No deberemos realizar la exfoliación justo antes o después de depilarnos o de tomar sol. En esos momentos la piel está más irritada y sensible que lo habitual.

 

2-HIDRATACIÓN

Este es un paso muy importante para restaurar nuestra piel. Podemos hacerlo con cremas o con algún aceite corporal que aplicaremos luego de la ducha con la piel húmeda.

Como en cada estación, es conveniente que adaptemos los productos que usamos. En el verano será mejor elegir una crema más liviana y de rápida absorción.

 

3- PROTECCIÓN SOLAR

Lo ideal es que protejamos nuestra piel del sol todo el año, en especial la del rostro. Pero en verano este paso se vuelve imprescindible y tenemos que tener en cuenta que no solo debemos considerarlo cuando estamos de vacaciones o “tomando sol”. Estamos expuestos a los rayos solares todo el tiempo, así que la protección tiene que ser diaria.
El sol  nos provoca manchas y arrugas e incrementa el envejecimiento prematuro.

 

4- ALIMENTACIÓN E HIDRATACIÓN (INTERNA)

La alimentación saludable nos ayudará también a mantener nuestra piel en condiciones y la fortalecerá para enfrentar el verano.

En esta época debemos reforzar el consumo de alimentos que contengan betacarotenos. Éstos son una fuente de antioxidantes para el cuerpo que nos ayudan a hacer frente a los radicales libres que nos generan agentes externos como el sol o la contaminación.

Los betacarotenos, además de mejorar el aspecto de la piel, nos ayudan a  potenciar el bronceado. Entre los alimentos que los contienen están: la zanahoria, la calabaza, las verduras de hoja verde, el brócoli, los melones y los espárragos.

También es importante incorporar vitamina C.

Y lo fundamental: no olvidarnos de consumir suficiente agua. Hidratar la piel “por dentro” es tan importante como aplicarnos una crema.

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