Las gafas de sol no son sólo para el verano. Nuestros ojos necesitan protección todo el año porque los rayos solares siempre están presentes. Además de esto debemos tener en cuenta el color del cristal según el uso que le demos.
Aunque sea inverno y el sol esté más tenue, lo mismo necesitamos proteger nuestros ojos de su radiación.
En la época invernal los rayos solares nocivos siguen estando presentes y a esto se suma que el viento y el frio pueden resecar mucho los ojos. Es por ello que el uso de gafas de sol tiene que mantenerse todo el año.
Existe una amplia variedad de opciones para elegir pero debemos tener en cuenta algunas cuestiones. La primera e indispensable es adquirirlos en lugares especializados. Las ópticas garantizan que esos lentes ofrezcan realmente protección para nuestros ojos y pueden asesorarnos sobre la más adecuada para nosotros. Usar anteojos con una protección incorrecta o sin ella puede causarnos más problemas que si no las usáramos. Esto sucede porque ponernos lentes oscuros sin filtro solar hará que nuestras pupilas se dilaten y entren más rayos de luz que si no lleváramos nada.
Distintos colores
Dentro de la variedad de modelos para elegir vemos que existen cristales de distintos colores. La primera tentación es elegirlos en función de lo estético. Pero cada tono es adecuado para determinados usos.
El criterio es que no solo protejan nuestros ojos sino que también nos permitan ver bien.
Los lentes marrones son recomendados para deportes al aire libre ya que no alteran la percepción de los colores y reducen el cansancio visual, al mejorar el contraste y filtrar las radiaciones azules. Este color es también recomendado para personas operadas de cataratas o cirugía refractiva y miopes.
Las lentes grises son las más versátiles, porque alteran menos la percepción de los colores y son óptimas para todo tipo de situaciones. Ayudan a reducir fatiga ocular.
Las verdes están recomendadas para deportes náuticos y de invierno, porque reducen la luminosidad sin interferir en la claridad de visión. Cambian la percepción de los colores pero de manera muy mínima. Las personas hipermétropes las encontrarán muy cómodas.
Los cristales amarillos brindan gran luminosidad y contraste, pero no son adecuadas como lente solar. Podremos usarlas en condiciones de poca luminosidad, como la conducción al amanecer, al anochecer o cuando hay niebla.
En cuanto a los de color naranja sucede algo similar. No son recomendables para uso solar, solo son aptas para días nublados, con niebla o poca luz e incluso para conducción nocturna.
Para conducir
Al momento de conducir es fundamental la buena elección del color de los cristales. Los más recomendados son los más neutros como los grises y verdes.
Junto al color adecuado se aconseja también el filtro polarizado. Este tratamiento aumenta más el contraste y la nitidez y evita los reflejos que nos provocan deslumbramiento.