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¿Cerrar la puerta al dormir nos puede salvar la vida?

Esta sencilla acción puede marcar una gran diferencia en caso de una emergencia.

 

Mantener puertas cerradas en la casa puede marcar una gran diferencia en caso de incendio. Esta simple medida puede ralentizar la propagación de las llamas, reducir el humo tóxico, mejorar los niveles de oxígeno y disminuir las temperaturas. Es una forma de lograr más tiempo a salvo hasta ser rescatados.

Esto sucede porque el fuego necesita oxígeno y combustible para expandirse. Si cerramos la puerta aislamos las llamas de posibles elementos de combustión (mantas, muebles, etc.) y le cortamos el acceso a más oxígeno.

Muchos incendios suceden durante la noche, por lo cual dormir con la puerta cerrada es una medida que los expertos recomiendan para evitar ser alcanzados por las llamas.

En caso de que se declare un incendio y estemos despiertos debemos mantener la puerta cerrada y colocar un paño húmedo bajo la misma para evitar que pase el humo. Evitar usar esa vía como lugar de escape y optar por una salida alternativa como una ventana. En caso de no ser posible, mantenernos en la habitación y dar indicaciones al servicio de emergencias acerca de donde estamos para que nos puedan rescatar más rápidamente.

Los especialistas indican que es fundamental evitar meternos en la nube de humo. La mayoría de las muertes en incendios se producen por la inhalación de gases tóxicos y no por el fuego.

 

Otras medidas de prevención

 

Además de tener esta precaución, es necesario revisar periódicamente si hay riesgos de incendio en la casa, instalar y corroborar buen funcionamiento de detectores de humo y monóxido de carbono, disponer de extintores y saber cómo utilizarlos.

Para evitar que un incendio pase a mayores es importante tener un siempre un extintor en casa, en el trabajo y en el automóvil. Es algo fácil de instalar y de usar. Lo mejor es colocarlo en las zonas con mayor riesgo (como la cocina o el garaje), en un lugar visible y de fácil acceso, siempre alejado de fuentes de combustión (muebles de madera o textiles).

Pero no se trata de colgar un matafuego y dejarlo ahí. Este dispositivo requiere revisiones periódicas (una vez al año) para controlar si está en condiciones.

Otra medida a tomar es elaborar un plan de escape con la familia e incluso practicar la evacuación.

 

Puertas de salida

En los incendios en edificios es muy común que se cometa el error de dejar las puertas de salida abiertas mientras evacuamos el lugar. Eso hace que el humo invada la escalera y se expanda por todo el edificio. Por no cerrar la puerta al salir la escalera se convierte automáticamente en una chimenea. Eso genera problemas de visibilidad e inhalación de humo en la zona que nos permite salir.

Si estamos buscando escapar de un incendio nunca debemos abrir una puerta que esté caliente.

Si necesitamos abrir una en estas situaciones debemos hacerlo lentamente y cerrarla lo más rápido posible.

Una puerta cerrada puede mantenernos a salvo hasta ser rescatados.

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