Una almohada adecuada, junto al colchón, es fundamental para un buen descanso. La elección dependerá de cada persona, su contextura, su postura al dormir, entre otros factores.
La función de la almohada es mantener la posición natural de la columna mientras dormimos. Es decir, ayuda a que cabeza, cuello y columna vertebral queden alineados. De este modo se relajan los músculos y favorece un buen descanso y una buena respiración.
Usar una almohada incorrecta perjudica nuestra columna y zona cervical. Tampoco es recomendable dormir sin ella.
Para escoger la adecuada tenemos que tener en cuenta algunos factores. No hay una única almohada correcta, sino que hay una indicada para cada persona.
Lo primero que debemos considerar es la postura que adoptamos para dormir.
La posición más recomendada es de costado, en posición fetal y con las piernas ligeramente dobladas. Para quienes duermen de esta forma lo mejor es una almohada media o alta y firme.
Si se duerme boca arriba, debemos elegir una almohada de altura y firmeza medios.
Dormir boca abajo no es aconsejable pero, si es así como dormimos, deberemos buscar una almohada muy fina y adaptable.
Pero, ¿qué pasa si al dormir cambiamos mucho de postura? En ese caso lo ideal será escoger una almohada de firmeza media que se acomode a las diferentes posiciones que vayamos adoptando.
Alturas
Como vimos, la altura correcta de la almohada depende de la postura de quien duerme.
Para niños pequeños o personas que duermen boca abajo lo mejor será una altura de unos 10 centímetros. Pero en estos casos hasta puede ser más beneficioso dormir sin almohada.
Entre 12 y 13 centímetros es considerada una altura media, indicada para quienes duermen boca arriba. Debemos ver que la altura no supere a la de los hombros.
Una almohada medio-alta es la que mide unos 15 centímetros de altura, ideal para los que duermen de lado.
Materiales
Hay diversos tipos de materiales en cuanto a almohadas. Las de fibra resultan muy cómodas, transpirables y con gran capacidad de recuperación.
Las viscoelásticas están hecha con un material que se adapta a la forma de nuestro cuerpo. Éste es ideal para personas con mayor sensibilidad en la zona cervical o que necesitan mantener una posición terapéutica al dormir.
Las almohadas de látex son algo menos adaptables que las viscoelásticas pero tienen una textura suave y agradable. Su estructura interna de células abiertas permite una buena ventilación.
Cuidados
La almohada debe renovarse cada un cierto tiempo y hay algunas recomendaciones de cuidado que hacen que se mantengan en buenas condiciones:
- Airear la almohada habitualmente: lo mejor será hacerlo una vez a la semana.
- Darla vuelta a menudo para evitar que se deforme.
- Comprar una almohada lavable y lavarla una o dos veces al año.
- Usar una funda de protección y lavarla cada dos meses.
Hay muchas cosas de la vida diaria que nos dificultan el sueño, elegir la almohada correcta nos ayudará a conciliarlo y tener un mejor descanso.