Una empresa francesa creó un corazón artificial completo que permite a los pacientes, en principio, aguardar la espera hasta un trasplante de corazón. Lo novedoso del sistema es que reemplaza todo el órgano y que adapta su ritmo de funcionamiento a la actividad del paciente. La compañía espera que en el futuro pueda ser un dispositivo de uso definitivo.
Las enfermedades cardíacas se llevan cada año millones de vidas en el mundo. Son la principal causa de muerte y se estima que un 20 por ciento de los habitantes de los países desarrollados sufrirá alguna insuficiencia cardíaca.
Para algunos de estos casos la única solución es un trasplante de corazón pero los órganos disponibles no son suficientes para abarcar todos los casos lo cual hace que la espera, en algunos, sea muy larga.
La compañía francesa Carmat creó un corazón artificial completo, que permite reemplazar todo este órgano de la persona afectada, permitiéndole aguardar el trasplante de mejor manera.
Es un dispositivo que tiene una forma similar a la de un corazón humano y pesa 4 kilogramo. Tiene baterías que duran cargadas unas cuatro horas y que luego se pueden recargar.
Lo destacado de este desarrollo
En el mundo existen aparatos que cumplen funciones similares pero que, en la mayoría de los casos, solo reemplazan una parte del corazón.
Hay en desarrollo otros corazones artificiales completos y hay uno, producido por la firma SynCardia, que ya se encuentra en el mercado. Pero, este dispositivo tiene una frecuencia de latido fija que no se ajusta de manera automática a la actividad física del paciente, como sí lo hace este nuevo aparato diseñado por Carmat.
El diseño de la empresa francesa tiene sensores que detectan la presión arterial del paciente y, en respuesta, un algoritmo controla el flujo sanguíneo en tiempo real. Es decir, que funciona tal como lo hace un corazón humano real: si caminamos, aumenta el flujo de sangre y si estamos en reposo, baja.
La compañía fabrica las partes del dispositivo que están en contacto con la sangre del paciente con material compatible con el cuerpo humano para reducir el riesgo de reacciones adversas. Cuando el dispositivo ya es implantado en el paciente (se hace de manera quirúrgica), no es necesario ningún mantenimiento.
Hasta el momento unos 19 pacientes han probado este desarrollo que ya cuenta con autorización de la Unión Europea para ser comercializado en su territorio. Carmat está realizando también las pruebas necesarias para obtener la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos.
Salida al mercado y planes futuros
La empresa francesa planea comenzar a vender su corazón artificial en Alemania a fines de junio y estiman producir para fin de año, unas 20 unidades. Éstas se venderán a hospitales por más de 160 mil euros cada uno (unos 190 mil dólares).
En un principio, la compañía venderá este producto como una medida temporal para los pacientes que esperan un trasplante. Pero, su el objetivo a largo plazo es fabricar dispositivos que se puedan usar de manera permanente.