Al igual que el clima cambia en cada estación también debe cambiar la rutina de cuidado de nuestra piel y los productos que usamos. Mantenerla saludable nos ayudará a estar preparados para enfrentar el verano.
El clima de primavera tiene muchos cambios con respecto al del invierno y es por ello que, además de dejar atrás la ropa abrigada y demás cuestiones invernales, debemos adaptar el cuidado que damos a nuestra piel.
El aumento de la temperatura y de la humedad del ambiente hace que nuestra epidermis reaccione de manera diferente. Pero una cuestión en particular afecta más a esta parte de nuestro cuerpo: los cambios bruscos de temperatura. Además, en esta época hay una mayor cantidad de alérgenos que pueden afectar a las más sensibles.
Dar a nuestra piel el cuidado adecuado durante la primavera nos ayudará a prepararla para el verano.
Exfoliación
Los exfoliantes nos permiten remover las células muertas de la piel, dejándola renovada, fresca y sin impurezas. En el invierno no es conveniente usarlos porque le quitan humedad, pero en primavera sí debemos incorporar este paso a la rutina de cuidado.
Podemos usar algún producto o bien una esponja exfoliante suave. Se recomienda que esto lo hagamos una o dos veces por semana en todo el cuerpo.
El resultado será una piel más brillante, suave, flexible y mejor preparada para absorber cremas u otros tratamientos que apliquemos.
Para mantener la piel limpia se debe realizar una limpieza suave diariamente que nos ayudará a mantener la hidratación.
Las cremas
En primavera las cremas deben ser de texturas más ligeras. Esto hará que se absorban mejor y que la piel no nos quede pegajosa.
Un buen momento para aplicar la crema es después del baño ya que los poros se encuentran más abiertos y la piel es más permeable a recibir la hidratación.
También debemos adaptar el maquillaje que usamos. En esta época del año la piel necesita respirar más y es por ello que deberemos optar por bases de maquillaje más livianas. Además deberemos evitar el uso de polvos ya que tapan los poros y dificultan la transpiración.
Protector solar
En la primavera nuestra piel está más expuesta y pasamos más tiempo al aire libre. Es por ello que no podemos olvidar la protección solar. Un factor adecuado es 30. Podemos aplicarlo antes del maquillaje o usar bases o cremas que ya incluyen protección contra los rayos del sol.
Hidratación
Para tener la piel hidratada no solo es necesario la aplicación de cremas. También debemos hidratarla “desde adentro”. ¿Cómo? Tomando suficiente agua y comiendo más frutas y verduras.
Hay que tener en cuenta que el agua no puede reemplazarse por jugos de frutas o bebidas azucaradas. El efecto no es el mismo.
No nos olvidemos de las manos. Además del uso de guantes cuando limpiamos, es aconsejable usar una crema hidratante especialmente formulada para esta zona.
Tip final: Hacer ejercicio con regularidad. La actividad física oxigena el organismo y por supuesto, nuestra piel. Además el sudor nos ayuda a eliminar toxinas que la dañan.