La pandemia obligó a muchas personas a cambiar su rutina laboral. Antes podíamos incorporar algo de
“movimiento” a nuestra rutina yendo al trabajo caminando o en bicicleta o subiendo a la oficina por la escalera en lugar de usar el ascensor. Pero con el home office muchas de estas actividades desaparecieron y permanecemos más tiempo sentados.
Sin embargo, con unos pequeños trucos podemos incrementar nuestro consumo de energía y vencer un poco el sedentarismo.
- Trabajar parados y moviéndonos:
Siempre que podamos debemos procurar pasar más tiempo parados. Por ejemplo, podemos comenzar a atender nuestras llamadas parados y caminando dentro de la casa o participar de las reuniones virtuales de pie.
Mantenernos parados implicará un mayor gasto de calorías que, si bien no es muy elevado, siempre ayuda. Además, puede ayudar a mejorar la concentración.
Pararse más seguido puede, a largo plazo, contribuir a controlar los niveles de glucosa e insulina y a regular la presión arterial.
Junto con esto, podemos mantenernos más activos si mientras trabajamos hacemos pequeños movimientos regulares como zapatear o cambiar de posición. ¡Buena noticia para los inquietos!
Se estima que esta actividad puede aumentar el consumo de energía de 5% a 10%.
Lo recomendable es que se incluyan al menos dos horas de pie o en movimiento durante la jornada laboral. Lo ideal sería llegar a cuatro.
Para lograrlo más fácilmente se sugiere comenzar con momentos de unos 15 minutos de pie intercalados con periodos sentados hasta completar primero 30 minutos, luego 60 y con el tiempo el total del tiempo necesario.
- Hacer pausas “activas”
Será beneficioso para la salud realizar en medio de la jornada laboral pequeños momentos de ejercicio.
Si bien hasta ahora se creía que para que la actividad física impactara beneficiosamente en nuestro cuerpo debía durar un tiempo más prolongado, investigaciones recientes indican que movimientos de cualquier duración son también buenos. ¡Es preferible algo, antes que nada!
El ejercicio regular mejora la memoria y reduce la inflamación cerebral.
Algunos pequeños “tentempié de ejercicio” pueden ser subir escaleras varias veces, camianr alrededor de la casa, desplazarnos a otro ambiente para buscar algo, entre otros.
- Aprovechá pausas más largas como la del almuerzo para hacer ejercicio. Lo ideal será que lo hagamos al aire libre ya que esto beneficia nuestra salud mental y habilidad cognitiva.
Con pequeñas acciones podremos mejorar nuestra salud, evitando los problemas que los largos tiempos sentados pueden ocasionarnos.