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Consejos para convertirte en el mejor cebador de mates

El mate es una de las bebidas más consumidas en Argentina pero, para que la experiencia sea la mejor, hay algunas pautas para cebarlo. Desde la temperatura del agua hasta cuándo colocar la bombilla y cómo tomarlo, te contamos todos los secretos.

 

Algunos estudios estiman que los argentinos tomamos unos 100 litros de mate por persona por año y el 80 por ciento de nuestros compatriotas declaran consumir esta bebida tan nuestra. El mate no es solo una cuestión alimenticia, sino que es un ritual que implica reunión, acercamiento, compartir (aunque cada uno hoy lo haga en su propios mate) y también algunos secretos para prepararlo.

Valeria Trapaga, la primera sommelier del mundo especializada en cata de yerba mate, relató en una entrevista para Clarín los pasos que debemos seguir para cebar los mejores mates.

  • Llenar el mate hasta sus tres cuartas partes, cubrirlo con la mano y agitarlo con la boca hacia abajo. De este modo logramos que los componentes de la molienda se mezclen equilibradamente. La yerba debe quedar inclinada sobre el mate a 45° aproximadamente.
  • En la cavidad que queda por la inclinación, echar agua, esperar que se absorba y cebar nuevamente. Recién después colocar la bombilla.
  • Seguir cebando.

Algunas cuestiones a tener en cuenta

Para que este procedimiento sea exitoso hay que considerar algunas recomendaciones:

  • ¡El agua no debe hervir! La temperatura no debe pasar de los 75 a 80 grados. Si el agua se hirvió, no podremos usarla bajando la temperatura con agua fría porque al hervir cambian las características fisicoquímicas necesarias para que la yerba se exprese correctamente al cebar el mate.
  • ¡Nunca, pero nunca, mover la bombilla! Al moverla, rompemos la estructura de la preparación y arruinamos el mate.
  • Verter el agua siempre en el mismo lugar (la cavidad que quedó por la inclinación de la yerba). De este modo no mojaremos toda la yerba de una vez y disfrutaremos de ricos mates por más tiempo.
  • La bombilla debe limpiarse con frecuencia. Lo mejor será hacerlo cada 10 o 15 días porque el sarro y otras impurezas que quedan dentro pueden generar olores y sabores desagradables. La forma de limpiarla es sumergiéndola en una cacerola con agua y una cucharadita de bicarbonato de sodio y dejarla durante 15 minutos a bajo fuego. Luego se enjuaga debajo de la canilla con agua fría.
  • La forma del mate es muy importante: la boca debe ser ancha y la base angosta para poder cebar gradualmente. De este modo no invadiremos toda la yerba y obtendremos mates parejos y rendidores. La especialista indica que el ideal es el vidrio y le sigue la calabaza bien curada (se cura con yerba nueva, advierte).

 

Mirar la yerba

Valeria Trapaga sugiere que antes de todo lo que te contamos, tenemos que “mirar” la yerba. Esto es importante porque los cuatro elementos que la componen (palo, hoja fina, hoja gruesa y polvo de hoja) deben estar balanceados.

Ella propone un análisis desde todos los sentidos. Debemos ver qué color tiene la yerba. Tiene que ser verde claro con tonalidades amarillentas y las hojas deben tener un aspecto limpio y parejo en su color y formas. Los palos deber estar lo más enteros posible.

En lo que respecta al tacto debemos comprobar que el polvo se desprenda fácilmente de la palma de la mano. El aroma de la yerba debe ser a hierba seca con un leve dejo tostado y al tomar un puñado y apretarlo cerca del oído debemos escuchar un crujido que nos muestre que la yerba tuvo un buen proceso de secansa.

En cuanto al gusto, es bueno que al tomar el mate aparezca un leve toque amargo. Según el tratamiento que haya tenido la yerba los sabores que sentiremos y los que nos quedarán en la boca irán variando.

Para este finde, seguí estos consejos y convertite en un experto cebador de mates.