La temporada invernal es la época en la que nuestra piel sufre más. El frío, el viento y la humedad debilitan la superficie cutánea haciendo que ésta requiera más cuidados de lo habitual. Pero gracias a algunos cambios en nuestra rutina podremos lucir una piel hermosa.
Las condiciones climáticas invernales afectan severamente nuestra piel. Los principales efectos son la deshidratación y la pérdida de luminosidad y es común notar una sensación de tirantez en el rostro.
Esto se da porque el frío, el viento y los cambios extremos de temperatura debilitan la capa hidrolipídica de nuestra piel, dejándola expuesta y débil frente a las inclemencias del tiempo. Sin embargo, reforzando los cuidados y realizando algunos cambios en productos y rutinas podremos atravesar el invierno con una piel sana, luminosa y elástica.
Hidratación
La hidratación, la limpieza y nuestra rutina diaria de cuidado facial son esenciales para lucir una piel bonita y protegida.
Lo primero que debemos hacer es hidratar la piel, por fuera ¡y también por dentro!
Para el cuidado externo debemos cambiar a una crema, bálsamo o loción con un refuerzo de hidratación y aplicarlos varias veces al día. No olvidarse de los labios que son unos de los más afectados en esta época. Un bálsamo será nuestro gran aliado y debemos aplicarlo durante toda la jornada.
Pero tan importante como el uso de estos productos es mantener la hidratación general de nuestro cuerpo. No nos olvidemos de beber agua. Si bien en esta estación es más difícil consumir la cantidad necesaria, las infusiones calientes pueden ayudarnos en esta tarea y a la vez mantener nuestro cuerpo con una temperatura confortable.
Otro punto que no debemos olvidar es la protección solar. Al elegir nuestra crema facial debemos considerar una que posea un factor adecuado a nuestro tipo de piel. Junto con esto, es importante usar ropa que nos cubra y proteja del frío y el viento.
Los guantes mantendrán nuestras manos húmedas y calentitas, evitando la resequedad. Pero de todos modos, nunca te olvides de llevar siempre en la cartera crema para manos.
Otros cuidados
Es recomendable exfoliar nuestra piel con regularidad, y más en esta época donde necesitamos liberarnos de pieles muertas generadas por la exposición al sol del verano. Lo ideal es hacerlo al menos una vez por semana, con un exfoliante suave que no irrite la piel.
El invierno es un buen momento para usar sérums, aceites y cosméticos con probióticos ya que la piel está menos grasa. Estos productos ayudarán a conservar la luminosidad de la piel y darán al rostro un efecto radiante.
La limpieza facial profunda es fundamental y en esta etapa del año lo mejor será elegir productos suaves que mimen la piel, porque que de lo contrario podemos debilitarla.
La opción ideal es el agua micelar, que utilizaremos después de retirar el maquillaje con una crema o mousse y que la limpiará en profundidad sin dañarla.
Sea cual sea el cuidado que elijamos para nuestra piel, no debemos olvidar mantener una buena alimentación ya que lo que lo visible de nuestro cuerpo es un reflejo de nuestra salud general.