El archipiélago africano de Seychelles cambió parte de su deuda por proyectos que tienen por objetivo la protección de los océanos. Los especialistas indican que la creación de zonas protegidas, además de los beneficios ecológicos, genera mejoras económicas para el planeta.
Las islas Seychelles se encuentran a 1.600 kilómetros de la costa de África oriental. Se trata de un archipiélago de 115 islas con paisajes de ensueño, exuberante vegetación y una geografía rocosa, rodeadas por el océano Índico.
En su lecho marino viven algunos de los últimos arrecifes de coral prístinos del mundo y varias especies en peligro de extinción, como la ballena de aleta austral y los únicos dugongos del océano Índico (grandes mamíferos marinos a los que también se los llama «vacas marinas»).
Pese a su riqueza natural, este país atraviesa desde hace años dificultades en su economía. Tiene unos de los PBI más bajos del mundo y la subsistencia de sus cien mil habitantes depende casi exclusivamente del turismo relacionado con el mar y la actividad pesquera.
En el año 2008, este país necesitó de la asistencia del Fondo Monetario Internacional ya que no pudo dar cumplimento a los pagos de su deuda externa. Junto con esto se enfrentan a la amenaza de la destrucción de su ecosistema marino a causa del cambio climático, la contaminación de los océanos con plástico y otros elementos y sustancias y la sobrepesca.
Sin este recurso fundamental, dos tercios de su economía se verían seriamente afectados.
En una solución innovadora, este país logró canjear parte de su deuda externa por proyectos para proteger los océanos.
Lo hizo en 2015 con la participación del grupo conservacionista estadounidense The Nature Conservancy (TNC) que compró parte de la deuda del país a cambio de la promesa de establecer 13 nuevas áreas marinas protegidas (AMP).
Seychelles lleva perdido hasta el 90% de sus arrecifes de coral y sus islas son muy vulnerables a las inundaciones y a la erosión costera. Es por ello que este tipo de medidas se volvieron necesarias y urgentes.
Desde la firma del acuerdo, el archipiélago pasó de proteger 0,04 por ciento de sus aguas nacionales a un 30 por ciento, abarcando 410 mil kilómetros cuadrados de océano.
Las áreas protegidas
En las AMP la pesca, la exploración petrolera y otros desarrollos marinos están prohibidos o severamente restringidos y quien incumpla estas restricciones se expone a una fuerte multa y hasta una condena a prisión.
Las zonas de protección cubren el 85 por ciento de los arrecifes de coral de las islas y el 88 por ciento de las aguas poco profundas del país.
Durante el proceso de su establecimiento se realizaron consultas con pescadores, compañías petroleras, conservacionistas y operadores turísticos para lograr acuerdos que ayuden a la consecución y éxito del proyecto. Se buscó equilibrar objetivos sociales, económicos y ecológicos con el fin de que, al haber acuerdo, las medidas se cumplan.
El canje de la deuda incluyó también uno de los proyectos de cartografía oceánica más grandes del mundo, en el que se identificaron qué áreas de alta biodiversidad deben protegerse, minimizando el daño económico a las industrias existentes.
Se trató de un proceso de varios años, llevado a cabo por un equipo de profesionales entendidos en el tema.
El futuro
Las asociaciones dedicadas a la conservación afirman que el proyecto que se lleva adelante en Seychelles es un fuerte impulso para que otros países logren acuerdos similares.
Si bien hay antecedentes de este tipo de pactos para preservar bosques tropicales en el Caribe y en América del Sur, el de las islas africanas es el primero en involucrar la conservación marina y en utilizar capital de préstamo para ayudar a financiar el intercambio.
Los especialistas indican que los beneficios en el ecosistema que las áreas protegidas aportan, redundan en beneficios económicos para los países ya que mejoran la disponibilidad y calidad de los recursos naturales como por ejemplo los peces y además generan menores costos por catástrofes climáticas por la reducción del impacto de las mismas sobre las zonas costeras.