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Dime cómo lo pintas y te diré qué sientes

Al pintar mandalas, además de una actividad lúdica, obtenemos un momento de bienestar y calma. Esta práctica tiene múltiples beneficios. Para algunas culturas, estas representaciones se relacionan con las energías de la vida y cada forma y color representa diversos aspectos inconscientes de la persona que los pinta.

Los mandalas tienen conexión con las energías de la vida. Esto es lo que algunas culturas consideran con respecto a esto dibujos. En Oriente se cree que cada color está asociado a un chakra. Esos centros energéticos se conectan con nuestro ser y con el ambiente y favorecen nuestro bienestar. Al contener colores, los mandalas son considerados por las culturas orientales como favorecedores también del bienestar.

En estas representaciones cada figura y color identifican aspectos inconscientes de la persona.

En cuanto a los colores los significados son:

  • Rojo: se relaciona con el  primer chakra y representa pasión, sensualidad, fuerza, poder y agresividad.
  • Naranja: relacionado con el segundo chakra que engloba placer, gloria, vanidad, progreso y energía.
  • Amarillo: corresponde al tercer chakra y a conceptos como alegría, voluntad y novedad.
  • Verde: indica esperanza, desenfado y naturaleza y se relaciona con el cuarto chakra.
  • Azul: es un color que inspira tranquilidad, seriedad, respeto y comunicación, en correspondencia con el quinto chakra.
  • Violeta: tono que evoca meditación, creatividad y oscilación. Representa el sexto chakra.
  • Blanco: para el séptimo chakra y conceptos como paz, armonía, bondad, delicadeza y timidez.
  • Negro: indica profundidad, misterio, autoridad, dignidad, seguridad, tristeza y luto.

 

Las formas también nos transmiten aspectos de las personas. El círculo es símbolo de dinamismo y conexión con el cosmos; la cruz, representa lo inconsciente y consciente, la unión del cielo y la tierra; el triángulo es transformación y vitalidad y el cuadrado, estabilidad y equilibrio.

Un laberinto muestra la búsqueda del propio centro.

¿Cómo se pintan?

Pintar mandalas constituye un momento para relajarse por lo cual se debe buscar un lugar tranquilo, donde nos podamos sentar de forma cómoda. Debemos contar con todo lo necesario a mano para que una vez que comencemos a trabajar podamos concentrarnos en ello y nos dejemos llevar por la tranquilidad de la actividad.

Tanto la imagen que escojamos para pintar como los materiales que utilicemos para ello deben ser los que en el momento nos inspiren algo. Lo mejor es dejarnos llevar por lo que sentimos y lo que nos da ganas hacer en ese instante. Podemos elegir acuarelas, lápices o fibras.

Antes de comenzar lo ideal es hacernos conscientes de nuestra respiración, llevándola a cabo de manera profunda, rítmica y controlada. Esto nos ayudará a alcanzar la relajación.

Una vez que todo está listo debemos decidir de qué forma vamos a pintar.

Se pueden usar dos técnicas: desde afuera hacia adentro, que significa que queremos buscar nuestro centro, contactarnos con nuestro subconsciente; o desde adentro hacia fuera (demuestra nuestra intensión de exteriorizar emociones y sacar lo que tenemos dentro).

De ahí en más solo hay dejar que nuestra intuición nos guíe, nuestro estado de ánimo nos marcará los colores que utilizaremos. Sólo hay que seguir lo que sentimos, concentrarnos sólo en lo que estamos haciendo y disfrutar de ese momento de relax.

Hace un tiempo te contamos los beneficios de esta actividad. Podés leer la nota ingresando a

https://revistavertice.com.ar/2020/11/06/mandalas-para-volver-a-la-calma/

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