La forma actual de producción tiene fecha de vencimiento. Lo exige nuestro planeta que ya nos está pasando factura sobre nuestra manera de consumir. Frente a esto surge la economía circular como un nuevo paradigma para el uso de los recursos. Se produce y consume de manera más consciente y amigable con el medio ambiente y los residuos pasan a ser materia prima.
La economía circular surge como una nueva forma de producir y consumir que resulte más sostenible para nuestro planeta.
El sistema actual de producir, usar y tirar (economía lineal) ya no puede mantenerse debido a las consecuencias que está teniendo para el medio ambiente.
Tomando como modelo los ciclos propios de la naturaleza, la economía circular se presenta como un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos. Se busca bajar la producción al mínimo indispensable generando un consumo más consciente. Los bienes que realmente se necesitan, se producen pero apostando a la reutilización de los elementos y teniendo en cuenta su destino una vez que no sirva o no se use más.
El principal objetivo de la economía circular es la eficiencia del uso de los recursos. Este sistema redefine el concepto de crecimiento económico, poniendo el foco en que los beneficios alcancen a toda la sociedad.
Se busca que el valor de los productos, los materiales y los recursos como el agua y la energía se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible y se reduzca al mínimo la generación de residuos.
Los productos que ya no se utilizan entran de nuevo en el ciclo de producción como materias primas secundarias. El fin es que los recursos que se extraen de la naturaleza se puedan usar de manera ilimitada.
Cómo funciona la economía circular
En la economía circular los residuos de unos se convierten en recursos para otros. Además los productos se diseñan y fabrican de tal manera que puedan ser deconstruidos y aprovechados para fabricar un nuevo producto.
Se trata de que en la manufactura se utilicen en la mayor medida posible materiales biodegradables para que éstos, al terminar su vida útil, puedan volver a la naturaleza sin causar daños al medio ambiente. Cuando no sea posible usar este tipo de materiales se buscará facilitar
un desacople sencillo para que sus componentes se puedan reincorporar al ciclo de producción.
En la economía circular no se atiende sólo al aspecto económico, sino que las mejoras alcanzan también lo social y lo medioambiental, generando beneficios tanto para las empresas como para para los consumidores.
Las empresas que llevan adelante este sistema han visto que reutilizar los recursos resulta mucho más rentable que crearlos desde cero. Esto impacta en el precio de venta de los productos y en la conservación de los recursos de nuestro planeta.
Desarrollar la economía circular ayuda a disminuir el uso de materiales, a reducir la producción de residuos y a limitar el consumo de energía. Además genera empleo (principalmente local) y riqueza.
Las cifras que justifican el cambio
En Europa, se utilizan un promedio de 16 toneladas de materiales por persona para mover la economía. De esos recursos unas 6 toneladas por persona se convierten en residuos y de ellos, la mitad terminan en vertederos.
En Latinoamérica, se genera un kilo de basura al día por persona. Los residuos de toda la región representan alrededor de un 10 por ciento de los desechos mundiales y la perspectiva es que esta cantidad siga creciendo.
ONU Ambiente elaboró en 2018 el informe “Perspectivas de la gestión de residuos en América Latina y el Caribe”, donde informa que el 50 por ciento de los residuos urbanos que se generan en América Latina son orgánicos y el 90 por ciento de estos no se aprovechan.
Principios de la economía circular
Hay algunos principios que caracterizan la economía circular:
- El residuo se convierte en recurso: lo que es biodegradable vuelve a la naturaleza y lo que no, se reutiliza.
- Segundo uso: se busca reintroducir en el circuito económico aquellos productos que ya no se utilizan.
- Reutilización: ciertos residuos o partes de los mismos que todavía funcionan se utilizan para la fabricación de nuevos productos.
- Reparación: se tiende a recuperar los productos averiados, mediante su reparación.
- Reciclaje: los residuos se convierten en materias primas.
- Valorización: los residuos que no se pueden reciclar se aprovechan energéticamente.
- Economía de la funcionalidad: se redefine la propiedad de los productos. Se desmotiva la venta de los mismos y se reemplaza por un sistema de alquiler de bienes, permitiendo que éstos vuelvan a las empresas que los producen una vez que cumplen con la función para la que se los necesita. Allí las empresas los desmontarán y aprovecharán sus piezas.
- Energía de fuentes renovables: se elimina el uso de combustibles fósiles.
- Eco-concepción: este concepto considera los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto y los integra desde su diseño.
El mundo nos demanda nuevas formas de consumir y producir y la economía circular da respuestas a estas necesidades en pos de un futuro mejor.