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Energías renovables en el hogar

El uso de energías renovables en casa es posible. Además del beneficio ecológico, puede ayudarnos a ahorrar dinero. Hay varias alternativas que se aplican a diferentes usos y necesidades.

Se estima que en un hogar la electricidad supone aproximadamente un 40 por ciento del consumo energético. De esa cantidad un 60 por ciento se produce a partir de fuentes no renovables.

Si sumamos otros tipos de energías consumidas en una vivienda se puede ver que casi el 70 por ciento de éstas proviene de recursos fósiles.

Comenzar a elegir energías más limpias no solo traerá beneficios al planeta sino que también nos permitirá ahorrar dinero.

Para instalar un sistema de generación se deben considerar algunos factores como cuántas personas viven en la casa, el tamaño y los hábitos de consumo. De este modo es posible definir cuál solución es la que más se adapta a las necesidades y requerimientos de la familia.

Las principales opciones son:

  • Energía solar fotovoltaica: es la fuente de energía renovable más accesible para el hogar, una de las más conocidas y difundidas. Con la instalación de paneles solares se logra producir electricidad a partir de la energía del sol. Se puede obtener una reducción de hasta un 90 por ciento en el costo de electricidad.
  • Energía solar térmica: es otro de los sistemas más comúnmente instalados en las viviendas. Consiste en aprovechar la energía del sol para producir calor generalmente para calentar agua ya sea para uso doméstico como para calefacción.
  • Energía eólica: aprovechar el viento para producir electricidad no es una de las formas más usadas en los hogares pero es posible. Para que este tipo de sistema funcione y sea viable hay que tener en cuenta que se viva en una zona con suficiente viento y que se disponga de espacio para instalar el aerogenerador.
  • Biomasa: para generar calor en el hogar existen calderas de biomasa que funcionan con residuos forestales, madera, pellets u otro material orgánico. Esto puede servir para calefaccionarse y para calentar agua.

 

Ahorro de agua también

Para reducir el consumo de agua potable es posible instalar sistemas de captación de agua pluvial. De este modo aprovechamos el agua de lluvia que, mediante una cisterna que la almacena y un sistema de tuberías, provee a determinadas zonas de la casa como las canillas para riego o los baños.

Esta nueva forma de pensar las viviendas dará grandes beneficios a las generaciones actuales, pero principalmente a las futuras. ¡Es hora de comenzar el cambio!