En varios países del mundo hay en marcha ensayos con perros, con el fin de entrenarlos para la localización, mediante el olfato, de enfermos de COVID-19. El objetivo es lograr métodos de detección más rápidos y económicos y así poder cubrir un mayor número de la población.
Científicos de varias partes del mundo se encuentran realizando pruebas para entrenar perros que puedan detectar personas con Coronavirus. Esto se debe al enorme poder que el olfato canino tiene. Los perros disponen de 300 millones de receptores olfativos, muchos más que los 6 millones de los humanos. Los rastreadores pueden detectar explosivos o drogas por la composición molecular de un olor. También son utilizados para encontrar divisas, alimentos y personas con vida en desastres naturales o restos humanos en casos criminales.
Pero, en la actualidad, además pueden descubrir varios tipos de cáncer como los de pulmón, mama, próstata y colon e incluso melanoma. La hipoglucemia también es detectada por los canes, así como algunas infecciones bacterianas.
La posibilidad de que los perros puedan cumplir con esta función está dada en los cambios que se producen en los compuestos orgánicos volátiles (VOC por sus siglas en inglés) que emite el cuerpo humano al contraer una enfermedad. Estos indicadores son aislados a partir de muestras de sangre, piel, sudor y orina y se utilizan en el adiestramiento de los perros.
Hasta ahora las estadísticas de las pruebas con COVID-19 muestran una efectividad de entre el 86 y el 100 por ciento según el ejemplar canino. Si puede desarrollarse este método será posible realizar testeos de mayor alcance con bajo costo y resultados inmediatos. De este modo los test de laboratorio quedarían reservados para estudiar a quienes hayan sido “señalados” por los perros. La principal duda en esta instancia, es saber si los canes son capaces de identificar a personas asintomáticas.
Ensayos en el mundo
Alemania está entrenando perros rastreadores de las Fuerzas Armadas para detectar a través del olfato a personas infectadas de coronavirus.
Las fuerzas junto a la Fundación del Colegio Veterinario de Hannover están embarcados en un proyecto que involucra a diez animales. Los participantes del estudio aseguran que, hasta el momento, la tasa de éxito alcanza aproximadamente el 80 por ciento. Los primeros resultados fiables se esperan en unas pocas semanas.
En Inglaterra se creó un programa gubernamental para encontrar nuevas formas de combatir la pandemia. Este programa respaldará los ensayos clínicos para entrenar perros que detecten coronavirus especialmente en fases previas a la aparición de los síntomas. Las investigaciones serán llevadas adelante por personal de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, la Universidad de Durham y la organización benéfica Medical Detection Dogs.
Por su parte, la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) también desarrolla un programa de investigación con perros detectores de olores. Una de las encargadas del estudio, la doctora Cynthia Otto indicó que “los perros de detección de olores pueden identificar con precisión bajas concentraciones de compuestos orgánicos volátiles, asociados con diversas enfermedades”.
En Francia, la Escuela de Medicina Veterinaria de Alfort lleva a cabo el programa Nosaïs que, con un enfoque científico, adiestra perros para la detección médica. Desde este centro de estudios se comenzó también la investigación para confirmar si los perros pueden detectar a personas afectadas por el COVID-19. Los resultados hasta ahora son muy alentadores.
En Argentina también
La Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA) comenzará con el entrenamiento de perros para detectar coronavirus. El programa se encuentra en la etapa de diseño y planificación, muy próximo a inicio de las prácticas con los animales, informaron desde la misma Facultad.
Profesionales de la Escuela de Adiestramiento dependiente de la Secretaría de Extensión de la mencionada Facultad son quienes llevarán a cabo el entrenamiento de los perros.
Para este proyecto se utilizarían animales ya entrenados en la detección de otros olores, principalmente los que se dedican a explosivos. Estos canes ya han sido preparados para que realicen una forma de señalización de olor específica y que es útil para llevar a cabo la tarea que se demanda en este momento. A los adiestradores les quedará la labor de enseñarles a identificar y memorizar un nuevo olor y no todo el procedimiento.
Los especialistas indican que este proceso demanda un tiempo estimado de 6 a 8 semanas. Posteriormente vendrán las etapas de convalidación y aplicación.
Desde la Facultad se indicó que los estudios que se realicen se harán de forma segura tanto para los animales como para las personas involucradas en ellos. Aunque las tomas provienen de pacientes que cursan la enfermedad, se trata de muestras de sudor donde no se encuentra el agente viral.
Las razas más utilizadas en todos los estudios citados son pastor alemán, cocker spaniel, pastor belga malinois, labrador retriever, sprigel spagniel, border collie, entre otras. Los tiempos de entrenamiento varían de acuerdo con el animal, según su ritmo de aprendizaje.