Al igual que otros rubros, la construcción sufrió el freno generado por el COVID. Una vez retomada la actividad en la provincia y en casi todo el país, quisimos conocer qué perspectivas tiene el sector para el post pandemia. Entrevistamos al empresario Lino Pedrueza para que nos cuente su visión sobre el futuro de la construcción.
Sus palabras son esperanzadoras para una parte de esta industria: “a partir de junio empezamos nuevamente a vender departamentos y seguimos vendiendo como veníamos haciéndolo hasta febrero de este año”. Lino Pedrueza, empresario local del rubro de la construcción, indica que en lo que respecta a obras privadas se prevé un buen futuro. La explicación a esto es que “el excedente sigue estando. Nosotros acá en Río cuarto tenemos un área de influencia de todo lo que es agropecuario. Y el campo, más allá de estar también con valores de dólares muy planchados, sigue teniendo rentabilidad y sigue habiendo excedente de pesos”.
Pedrueza asegura que “la inversión en ladrillos sigue siendo una de las mejores alternativas, más allá de que circunstancialmente haya alguna tentación de disponer el dinero sobrante en la compra de dólar billete o algún plazo fijo. A la larga siempre la gente se da cuenta de que la mejor inversión sigue siendo el ladrillo”.
Gracias a esto es que, luego de levantada la restricción en este sector, pudieron continuar con todas sus obras en marcha y hasta lanzar un nuevo producto: Augusta, un emprendimiento emplazado frente a Villa Golf.
El empresario explica que otro punto que juega a favor del crecimiento de los proyectos privados es que “a valor dólar la construcción ha abajado y mucho. Entonces para quien tiene reserva de billete dólar, es el momento justo para construir. Todo eso hace que la obra privada esté en movimiento y para adelante me parece que va a seguir de la misma manera”.
La parte débil del sector
Pedrueza indica que la actividad de su empresa se basa en dos áreas: las obras de arquitectura y desarrollos privados de edificios y las obras de ingeniería. En el primer rubro es donde ve este futuro alentador. Pero en el ámbito de las obras de ingeniería la situación es diferente debido a que uno de los mayores contratantes es el estado. “Ese futuro por supuesto que no lo veo bien, porque la inversión pública está totalmente frenada”, afirma. Según el empresario las previsiones es que las actividades por parte de los organismos de gobierno se reanuden el año próximo con lo cual mejoraría el panorama.
Igual suerte corren las obras de ingeniería para empresas privadas, ya que éstas vieron recortadas sus fuentes de financiamiento.
Durante el aislamiento
Al ser consultado sobre el impacto que tuvieron los meses sin actividad por la pandemia, Lino Pedrueza expresa que si bien desde hace varios años su empresa viene posicionándose muy bien en el mercado de las obras privadas y desarrollo de departamentos, la imposibilidad de trabajar les produjo un freno y algunas pérdidas en lo económico. “Empresas como la nuestra tienen muchos empleados y a éstos se les sigue pagando el sueldo. Entonces mes que no se produce, mes que uno lo pierde”, resume.
Sin embargo, luego de liberada la actividad en el sector, se redoblaron los esfuerzos para compensar el tiempo perdido. “Arrancamos y duplicamos el ritmo y las inversiones para poder compensar esta demora”, afirma Pedrueza. Tomar estas medidas les permitió no tener que reprogramar entregas de departamentos ni extender los plazos de obra.