Revista Vertice

Portada » La fuerza emprendedora

El movimiento emprendedor es muy importante en nuestro país. Muchas personas encuentran en esta manera de trabajar su forma de vida, pero no se trata sólo de “un trabajo”. Hay algo más. Entusiasmo, independencia, empuje pero también incertidumbre, miedos y fracasos. Quisimos conocer cómo es este camino desde la visión de las mujeres. ¿Qué las motiva? ¿Qué significa para ellas? Historias de superación. Diferentes pero unidas por la pasión por emprender.

 

El mundo emprendedor tiene para muchos un “no se qué” que lo hace irresistible. Los que están del otro lado miran con pavor ese “salto al vacío” que muchas veces implica comenzar un nuevo emprendimiento. No se sabe qué pasará, si les irá bien o si perderán lo invertido, no hay sueldos fijos ni vacaciones pagas… pero hay algo en todo eso que a los emprendedores les fascina. Saben que la incertidumbre los acompañará pero aun así se lanzan y confían.

En la movida emprendedora las mujeres juegan un papel muy importante y esta vez les pedimos que nos contaran desde su óptica qué es esto de emprender.

“Para mi significa poner en acción el ser. Yo creo que los emprendedores tenemos algo que hace que no bajemos los brazos. Siempre estamos parados mirando al futuro”, explica Soledad Perea, responsable de la escuela de liderazgo Leier Saad.

Valeria Espósito, quien se desempeña como Community Manager en su propia agencia (Meraki), nos cuenta: “para mí significa romper con un montón de miedos y con una estructura social que tenemos en la cabeza que nos indica que es difícil, que cuesta mucho y la verdad que no. Emprender es algo hermoso, una sensación única cuando llegas a un logro que te propusiste. Para mí esto no se compara con cumplir un objetivo que alguien más te impuso”.

Magalí Zanluchi de Adorhados Shoes dice que “emprender es encontrar una pasión que te movilice todos los días a hacer algo”.

Para María del Mar Romero (María Fonseca y La Mademoiselle de la Mar) lo que define a un emprendedor “es el espíritu de innovar. También tiene que ver con un alma inquieta, una persona que está llena de coraje, valentía y alguna propuesta interesante para ofrecer a la sociedad”.

Julia Zoppi, de Julia Zoppi Bienes Inmuebles, considera que “emprender es iniciar un camino hacia un objetivo donde a través del trabajo, la pasión y el compromiso se desarrolla un proceso desafiante que permita llegar a los sueños”.

 

Lo que las llevó hasta ahí
Cuando hablamos de motivaciones que las llevaron a emprender las respuestas son variadas pero podemos ver en todas un gran gusto por los desafíos y por aprender. En todas ellas la idea las acompañó siempre, venía como impregnada en su ADN.

“Esto de emprender creo que en mí viene de chica. La mayor motivación para emprender algo es el aprendizaje y vivir experiencias nuevas. Creo que la adrenalina del emprendedor está ahí, en no saber qué me presenta la vida”, relata Mar Romero.

Por su parte, Sole Perea afirma: “Me lleva a emprender que siempre creo que se pueden hacer las cosas mejor, siempre creo que vienen cosas buenas, tengo confianza en que lo bueno está por venir”.

Julia Zoppi reconoce que la motiva “la necesidad de superarme a mí misma. La convicción de saber que puedo dar más. El deseo de crecer”.

La libertad es otro de los grandes atractivos de emprender para estas mujeres. “Me encanta de la nada generar algo y que ese algo le guste al otro y te lo quiera comprar, es mágico. Tiene otro sabor. Mis emprendimientos más que desde lo económico salen de una necesidad de tener un cable a tierra. Lo creativo me saca de la rutina de mi profesión”, asegura Cristina Avendaño, abogada y emprendedora con Trama (objetos tejidos).

Un camino que no está exento de desafíos

“La primer incomodidad de emprender es que tu entorno no te entiende y muchas veces eso significa que no te puede acompañar. Esto hace que a veces estés un poco solo en este camino”, relata Sole Perea, quien también destaca como un desafío de los emprendedores la incertidumbre constante a la que se enfrentan. “Es como abrirse paso en una tormenta de arena, no ves nada, no sabés lo que hay al otro lado”, afirma.

Para Carolina Solaro, a cargo de una consultora de empresas que lleva su nombre, los desafíos son muchos y la pandemia fue un momento de gran prueba para los emprendedores. Reconoce que otro punto que presenta dificultad es aprender a organizarse, a definir cuánto cobrar por los servicios, a elegir cuáles ofrecer y cuáles no (“porque uno a veces quiere ofrecer todo”).

Valeria Espósito resalta que uno de sus principales desafíos fue la edad. Ella, con sus 21 años, tiene a cargo el manejo de redes de unas 30 empresas. “Mucha gente me ha dicho, vos sos re piba”, cuenta, al tiempo que coincide con otras emprendedoras en lo desafiante que fue la pandemia para ellas. Al vivir en una ciudad pequeña, otra dificultad que atravesó fue el no encontrar suficiente capacitación sobre su área profesional.

Los vaivenes del país también fueron un obstáculo para estas emprendedoras, pero gracias a ese mismo espíritu que las lleva a emprender pueden superarlo cada día.

“Otro desafío fue dejar el trabajo fijo y salir a la deriva de no saber si iba a poder afrontarme los gastos de vida con mi emprendimiento”, agrega Magalí Zanluchi de Adorhados.

Cristina Avendaño resalta la falta de educación en cultura emprendedora. “Uno de los desafíos principales es que no te educan para emprender, ni en la familia, ni en el colegio. Nuestra idiosincrasia está en orientarnos a lo seguro y esto no tiene nada de seguro”, manifiesta.

Julia Zoppi afirma que en su caso las pruebas pasaron por “dividir los tiempos entre ser mamá y ser profesional, gestionar mis emociones para enfrentar los desafíos y conocer el valor diferencial que aporto al mercado”.

 

Aprendizajes

Todas destacan que en el emprender hay dos características fuertes que son los desafíos y el aprender. Pero más allá del aprendizaje de las habilidades que les permitan desarrollar sus productos y la administración de sus negocios, hay cuestiones más internas que deben aprenderse y superarse para poder seguir el camino emprendedor.

En el caso de Vale lo que debió trabajar fue la paciencia. “Soy muy ansiosa”, reconoce. Afirma que también debió aprender “a aceptar que no todos somos a o b, sino que hay un gris y hay personas a las que no les va a gustar lo que vos haces”.

La confianza en sí mismas se lleva el primer puesto entre los aprendizajes de estas emprendedoras. “Tuve que creer mucho en mí para contarle a la gente que lo que estoy encarando realmente es bueno. Nadie me conocía en el rubro”, relata Maga Zanluchi.

“Estoy en un proceso de aprendizaje que tiene que ver con calmar mi ansiedad, con entender que las cosas suceden a su propio tiempo y que los tiempos no los manejo”, cuenta por su parte Mar Romero.

Sole Perea admite que tuvo que aprender muchas cosas, entre ellas a “entender que en el emprender hay cuestiones que uno no sabe o que no puede, que tiene que aprender a pedir ayuda y a delegar”.

En la historia emprendedora de Julia Zoppi el mensaje es que nunca es tarde para empezar, ni las condiciones son tan adversas cuando se quiere alcanzar una meta. “Esta etapa de mi vida la comencé alrededor de los 35 años, cuando dentro mío había algo que me pedía más. Así que me propuse estudiar, con todo el desafío que representaba para mí por la edad. Una vez recibida y con mis hijos grandes, abrí la inmobiliaria y poco tiempo después llegó Martina mi cuarta hija y todo un cambio de vida. Fue como empezar de nuevo. Entre mamaderas, clientes, nuevo hogar, la culpa que sentimos a veces las mamás, fui acomodando y reestructurando trabajo, horarios y prioridades”.

 

Emprender siendo mujer

La experiencia de cada una en cuanto a tener que enfrentar otras dificultades por el hecho de ser mujeres, es muy diversa. Algunas admiten que no hay tenido más desafíos que cualquier otro emprendedor y en otros casos afirman que éstos son mayores por cuestiones culturales hacia el género femenino.

“Hay algunas situaciones que tienen que ver con lo que creemos socialmente que pueden hacer los hombres y pueden hacer las mujeres. Además a veces se piensa que porque sos mujer hay cosas sobre las que no podes opinar”, cuenta Perea.

Una visión diferente plantea Mar, quien afirma que al menos en el ámbito donde se desarrolla “no hay diferencias entre hombres y mujeres”.

Vale Espósito va también por ese camino aunque reconoce algunas dificultades: “ser mujer no me fue un impedimento, pero siempre tuve en claro que para mí no era un impedimento y transmití eso a los otros. Si bien reconozco que en algunos momentos una se siente muy vulnerable, que a veces parece que porque sos mujer y sos piba tenés que callarte. Eso sí me pasó”.

Cuando el camino emprendedor se junta con la maternidad muchas veces se suman dificultades. “Se complica por todos los roles que tenemos que cumplir y que queremos cumplir con excelencia”, afirma Cristina Avendaño. Carolina Solaro reafirma esta postura al asegurar que “los desafíos son mayores por el hecho de ser mujer, por cómo está configurada la sociedad por ejemplo en la responsabilidad que tenemos sobre nuestros hijos” y cita el caso de cómo por la cuarentena muchas mujeres debieron dejar sus trabajos por este motivo.

El plus de las mujeres

Casi todas las emprendedoras coinciden en destacar la impronta que las mujeres le imprimen a la actividad. “Las mujeres tenemos la capacidad no solamente de ser excelentes profesionales sino que también tenemos algo que es muy valioso y que, por nuestra naturaleza, siempre buscamos la paz, brindar amor y que todo esté en armonía. Eso es un plus muy valioso para el mundo entero. Creo que las mujeres somos capaces de hacer un cambio en el mundo empresarial”, resume Mar.

Julia dice “la mujer ha demostrado ser decidida, firme en sus convicciones , y con una fuerza, garra y empuje sobresalientes . Y tenemos una ventaja: siempre le aportamos esa cuota de feminidad, de detalle, de dulzura”.

Las mujeres llegaron a esta movida para quedarse y su toque especial ya se hace notar. Todas las entrevistadas auguran un gran futuro para las mujeres en el mundo emprendedor. ¡A animarse a dar el gran paso, mujeres!

 

Frases destacadas de las emprendedoras:

“Emprender lo pueden hacer todos. Pero ser emprendedor, como habilidad, solo lo saben algunos” (Soledad Perea)

 

 

 

 

“Si uno no valoriza sus servicios el otro no los valora tampoco” (Carolina Solaro)

“Me crié viendo a mi hermana y mis padres emprender. Eso fue mi gran motivación” (Valeria Espósito)

 

 

“Si vas a estar esperando concretar tu pasión porque no es el momento, o por el país… eso siempre fue igual. Lanzate, cree en vos y no dejes de soñar y de hacer lo que te moviliza por una cuestión de lo exterior. Vivir de la pasión no tiene precio”.  (Magalí Zanluchi)

 

 

 

“Creo que las mujeres somos capaces de hacer un cambio en el mundo empresarial”. (Mar Romero)

 

 

 

“Empezá ahora donde estés, no importa cómo, dónde, si es con miedo, sin miedo, sabiendo o no. Capaz que la vida te sorprende”. (Cristina Avendaño)

 

 

 

“Busco darle a mis hijos el ejemplo y la enseñanza de que siempre se puede , que lo más valioso está dentro de cada uno y que los sueños son eso hasta que nosotros mismos los convertimos en realidad , que no hay obstáculo que no podamos vencer si sabemos a dónde queremos llegar”. (Julia Zoppi)

Para seguir leyendo...