La crisis generada por el Coronavirus produjo cambios en los modos de consumo y las empresas debieron adaptarse a ellos para salir mejor paradas de esta situación. La digitalización se plantea como una necesidad para la gestión de las ventas.
Las empresas que mejor sepan detectar los nuevos hábitos de consumo generados por la crisis del COVID (y adaptarse a ellos), son las que mejor podrán sortear el momento que vivimos como planeta.
Si bien muchos sectores volverán a sus formas habituales, algunos de los cambios persistirán luego de superada la pandemia.
El contexto actual generó que se aceleran procesos que ya venían planteándose y la digitalización es el principal.
En la primera semana de cuarentena, los pedidos de alimentos mediante apps móviles o plataformas de e-commerce aumentaron hasta un 500 por ciento. Esto puso a prueba a las grandes empresas del rubro y a los sistemas de logística. Todo debió adaptarse: los equipos de trabajo, las plataformas donde se realizan los pedidos, el transporte.
Muchas empresas ampliaron sus canales de ventas e incorporaron alguna plataforma virtual o Marketplace. Hasta los servicios de envíos como Rappi, Glovo o PedidosYa reconvirtieron su actividad hacia el despacho de alimentos en reemplazo de los pedidos a restaurants o casas de comida.
La venta social o Social Selling (el proceso de desarrollar relaciones como parte del proceso de ventas) es una tendencia que llegó para quedarse. Los vendedores de los locales físicos combinan su experiencia y sus dotes para la venta con la gran exposición que ofrecen las redes sociales y la ecuación es ganadora.
Pagos sin contacto
Otra modalidad que creció y que nos dejará la pandemia es la de los pagos móviles. La aparición de los smartphones ya había generado una revolución digital en la forma de abonar nuestras compras pero con la crisis sanitaria todo marchó con mayor rapidez. La mayoría de nuestras transacciones podemos pagarlas desde el celular.
Los pequeños comercios de barrio estaban aún fuera de esta modalidad pero en los últimos meses muchos se sumaron (o planean sumarse pronto) y permiten pagar por QR.
Transformación digital
Si bien las ventajas del uso de canales electrónicos son varias, este sistema no está exento de algunos desafíos. Las empresas deben tener sus procesos muy automatizados e integrados con la logística para que los pedidos se entreguen en los plazos acordados. Además será necesario crear un sistema de devoluciones rápido y sencillo.
La venta electrónica permite reducir la necesidad de intermediarios y nos ayuda identificar mejor nichos de mercado y las necesidades de los consumidores.
En el contexto en el que vivimos la transformación digital es imprescindible para las empresas. Esto les permitirá dar una respuesta mucho más rápida frente a los cambios que puedan darse en el futuro. La incorporación de las nuevas tecnologías las ayudará a mejorar la eficiencia operativa, mediante la automatización de tareas repetitivas o administrativas. Esto le permitirá reducir costos y también stocks al posibilitar la producción en función de la demanda.
La digitalización nos brinda valiosa información sobre nuestros clientes y nos permite conocer mejor sus gustos y necesidades. De este modo se podrá generar una mayor personalización en los productos o servicios y mejorar la experiencia del cliente.
Los expertos indican que el comercio del futuro será un híbrido entre lo digital y lo presencial. “El consumidor dará cada vez más importancia a la experiencia aunque habrá menos contacto con el producto y la transacción se hará a través de medios digitales”, aseguran en el portal theconversation.com.
La digitalización ya está con nosotros y le permite a las empresas atravesar mejor este contexto.