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Liderazgo de servicio

Cuando decimos liderazgo de servicio se asocia generalmente a instituciones como ONG´s. Sin embargo, este tipo de liderazgo no es exclusivo para estas organizaciones. Desde hace un tiempo una escuela de formación cordobesa presenta programas de capacitación para formar líderes – semilla que se desempeñen en cualquier ámbito.

Leier-Saad es el nombre que lleva la primera escuela de formación en liderazgo de servicio en Argentina. Estas palabras provienen de la voz africana “Líder Semilla”. Su propuesta es formar líderes que sean semilla en sus comunidades, ya sean organizaciones no gubernamentales, empresas, grupos varios, familia o cualquier ámbito en que se desenvuelvan.

Este enfoque sobre el liderazgo plantea que un líder está para el otro y para que el otro sea, es decir, para que el otro crezca y se desarrolle. Quien lidera debe ponerse a la par del otro, porque es gracias a ese otro que tiene sentido su existencia.

Esta mirada se inspira en la filosofía africana Ubuntu. Esta palabra proviene de las lenguas Zulú y Xhosa. Surge del dicho popular “Umuntu, nigumuntu, nagumuntu” que significa “una persona es una persona a causa de los demás”.

Y esto se relaciona estrechamente con otro principio que guía la formación de Leier-Saad: la mirada sistémica. El líder no ve solo su organización o su individualidad si no que trabaja con la concepción de que somos un todo y que lo que le sucede a una de las partes afecta a los demás.

Soledad Perea, una de las creadoras de esta novedosa escuela, cuenta que: “las capacitaciones de Leier-Saad se orientan a todos aquellos quieren sembrar semillas donde estén, ya sean ONG, empresas, el ámbito político, etcétera”.

 

Sembrar una semilla

La idea de ser un líder semilla se basa en la preocupación por nuestra trascendencia. Es decir, preguntarnos ¿para qué venimos, para qué estamos y qué huellas vamos a dejar en el mundo? Todos tenemos algo para dar, algo que nos identifica y ayuda al todo a crecer y desarrollarse. El líder deberá descubrir cuál es su impronta particular y po­nerla al servicio de los demás, valiéndose también de las virtudes de los otros para crecer en conjunto.

Se busca que el líder resuene, por lo tanto es importante que se descubra cómo resuena cada uno, qué es lo que resonamos en los demás.

El recorrido académico comienza con el autoliderazgo, donde se gestionan la autoconciencia, la autoconfianza, la automotivación y la autoeficiencia.

Luego se pasa al liderazgo relacional que implica descubrir que un líder solo tiene sentido si hay otros a quienes ayudar, facilitarles el camino o guiar. Es donde se desarrolla la capacidad de liderar a otros.

Al final del camino de formación, se presenta el liderazgo sistémico, creando un líder para la gestión integral e integrada.

Además la escuela cuenta con “píldoras”, formaciones cortas en temas puntuales relacionados con el liderazgo de servicio. También presenta niveles más avanzados que abarcan el Liderazgo Team Building (aplicado a equipos) y el Mentoring (orientado a quienes quieren desarrollarse en facilitar liderazgo).