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Mirarse a uno mismo

La autoobservación es una técnica que nos ayudará a conocer mejor nuestras emociones y cómo actuamos en función de éstas. Se trata de una mirada interna para conocernos más y poder mejorar como persona.

Te miran de determinada forma o te dicen algo y ¡bum! Explotás. A veces hasta vos mismo te das cuenta que “no fue para tanto” pero no sabés cómo ni porqué terminás reaccionando de la misma manera que ya dijiste mil veces que no ibas a reaccionar.

Estas reacciones inconscientes y muchas veces no deseadas pueden revertirse mirando justo en nuestro interior.

De todos los seres vivos, los humanos somos los únicos que tenemos la posibilidad de ser plenamente conscientes. Somos los únicos que tenemos conciencia de nuestros sentimientos o emociones.  La capacidad de auto observarnos es una posibilidad mágica. Es la llave para abrir nuestro mundo interior.

Cuando queremos hacer un cambio en nuestras actitudes el primer y fundamental paso es poder observarlas. Si no percibimos qué nos pasa o porqué hacemos lo que hacemos será muy difícil que podamos cambiarlo.

Por supuesto, que ir a nuestro interior no es un viaje fácil. Es más simple ver lo externo (de otras personas y de nosotros mismos) que adentrarnos en nuestras emociones. Sin embargo, la capacidad de auto observarnos se puede entrenar  y desarrollar.

 

¿Para qué autoobservarnos?

Cuanto entrenemos esta habilidad, más fácilmente podremos ver lo que nos pasa y más rápidamente interactuar con ello. Así podremos cambiar las actitudes que nos resultan perjudiciales o fortalecer las que nos hacen bien.

Debemos tener en cuenta que las emociones son inevitables y nos comandan a reaccionar de diversas maneras, pero esto puede modificarse si aprendemos a observarnos.

Cuanto más desarrollada tenemos nuestra capacidad de autoobservación más chances tenemos de actuar más allá de lo que nuestros sentimientos nos dictan. La mayor libertad a la que podemos aspirar es dejar de ver a las emociones como órdenes y comenzar a verlas como opciones. ¿Qué significa esto?  Que si bien las éstas son inevitables, las actitudes no lo son. Es decir, que siendo conscientes de lo que nuestras emociones nos provocan en términos de formas de actuar podremos elegir responder a ellas de manera más saludable y positiva. Sentir es inevitable, reaccionar es opcional.

Comprender nuestras propias limitaciones emocionales nos ayudará también a comprender las de los demás. Si vemos que el otro tiene un impedimento físico difícilmente no lo comprendamos y no desarrollemos empatía por él. Pero cuando se trata de nuestras emociones la actitud es otra. La incapacidad emocional de los otros nos suele causar enojo o distanciamiento. Simplemente porque no podemos verla conscientemente.

El gran paso para nuestra superación personal está en tomar conciencia de las actitudes y respuestas automatizadas que todos tenemos ante las circunstancias cotidianas de la vida. La autoobservación es la herramienta para comenzar a generar cambios positivos en nuestras actitudes y formas de responder y dejar de vivir en “automático”. Pero lo más importante a considerar para que esto sea así es que auto observarnos no es auto-criticarnos.  Debemos descartar al crítico que todos llevamos dentro y quedarnos con el observador.

El fin de auto observarnos siempre es mejorar, no caer en la culpa.