Todos sabemos lo felices que nos hace reír y lo agradable que es hacerlo. Pero los beneficios de la risa van más allá de un buen momento y se traducen en ventajas para nuestra mente y nuestro cuerpo.
Si hoy andás con “cara de pocos amigos” ya es hora de que vayas cambiando la expresión porque reírse nos trae muchos beneficios, tanto psicológicos como físicos.
Ya Sigmund Freud reconocía el poder de las carcajadas para liberar nuestro organismo de energía negativa. En los últimos años varios estudios científicos estudiaron los beneficios de la risa y pusieron en evidencia cuántas cosas buenas nos aporta reír a diario.
Se pudo comprobar que el córtex cerebral comienza a liberar impulsos eléctricos tan sólo un segundo después de que comenzamos a reírnos y con esto se despliegan una serie de sucesos que benefician enormemente a nuestro cuerpo.
Con la risa, nuestro cerebro segrega sustancias que impactan directamente en nuestra salud y bienestar. En los momentos en que reímos (tanto sea de manera espontánea como voluntaria o fingida) nuestro cuerpo genera endorfinas, dopamina, serotonina y adrenalina. Además disminuye la hormona denominada cortisol que es la responsable del estrés.
Las endorfinas son conocidas como las hormonas de la felicidad y, junto a sus beneficios para nuestro estado de ánimo, también está la capacidad de reducir nuestros dolores gracias a su efecto analgésico y antiinflamatorio.
La dopamina es un neurotransmisor asociado a la agilidad mental ya que ayuda a mejorar las conexiones neuronales. Hasta se ha visto una correlación entre la risa y la disminución de la enfermedad de Alzheimer.
Ya en el Antiguo Imperio Chino, hace más de 4000 años, existían templos donde la gente iba a reírse para encontrar un equilibrio en su salud.
Muchos beneficios
La risa nos ayuda tanto a nivel psicológico como físico. En lo físico reírnos contribuye a disminuir el insomnio, a prevenir infartos (los espasmos que se producen en el diafragma fortalecen los pulmones y el corazón), reducir la presión arterial y reforzar el sistema inmunológico.
Nuestro cuerpo se oxigena mejor ya que con cada carcajada tomamos el doble de aire que con una respiración normal. Esto repercute también en la belleza de nuestra piel.
Al contraerse más los músculos del estómago, nuestra digestión se beneficia. El movimiento abdominal que generamos al reírnos masajea y favorece el tránsito intestinal.
Desde la psiconeuroinmunología se estudian los efectos de los estados de ánimo en la salud y se comprobó que reír nos protege de enfermedades, incluso estando expuestos a ellas, y mejora el pronóstico de dolencias como el cáncer, la diabetes y el asma.
Nuestro organismo estará más limpio si nos reímos seguido ya que entre los efectos fisiológicos se incluye un aumento de salivación, de lubricación lacrimal, un incremento de la oxigenación y una apertura de las vías respiratorias. Todas estas acciones ayudarán a descongestionar la nariz y los oídos.
¿Sabías que reírse también nos ayuda a hacer ejercicio? Mientras nos reímos se ponen en movimiento más de 400 músculos y algunos especialistas han llegado a afirmar que unas cien carcajadas nos pueden hacer quemar las mismas calorías que 10 minutos de ejercicio aeróbico o 15 minutos de bicicleta.
Un estudio realizado por la Universidad de Michigan (EE. UU. ) demostró que ser optimista reduce el riesgo de sufrir un ictus o infarto cerebral.
En lo que respecta a nuestra piel, la risa tiene un efecto tonificante y antiarrugas.
Si bien los beneficios psicológicos son más esperables, la lista es más larga de lo que pensamos. Las endorfinas que liberamos al reírnos nos ayudan a combatir la ansiedad y la depresión.
Además, al activar áreas cerebrales encargadas de las relaciones sociales, nos ayuda a relacionarnos mejor con los demás.
Todas estas ventajas se traducen en mejoras en la autoestima, reducción del sufrimiento, descarga de tensiones y ayuda para vencer la timidez, los miedos y las fobias.
En la Universidad de Navarra, llegaron a la conclusión de que los beneficios de reír son tantos que las personas que ríen más pueden llegar a vivir 4 años y medio más en promedio que las que se ríen poco.
Mejor acompañados
Si hasta acá no tomaste la decisión de reír a diario te damos algunos datos más. Los estudios confirman que los efectos positivos de la risa se multiplican si es compartida: con amigos, familia o compañeros de trabajo. Incluso un estudio de la Universidad Jaume I de Castellón constata que el buen humor en los ambientes laborales mejora la productividad.
Y si intentaste meditar miles de veces y no lo lograste (pese a que ya te contamos los beneficios de esta práctica), ¡no te preocupes! Porque algunos estudios han equiparado los efectos relajantes de 1 minuto de risa a los de 45 minutos de meditación.
Además, como ya te adelantamos más arriba, los beneficios se obtienen tanto si la risa es espontánea como fingida. Parece que a nuestro cerebro lo único que le importa, al fin y al cabo, es que nos riamos.
Probá empezar con una risa “voluntaria” y vas a ver como en un ratito ¡las carcajadas surgirán solas y espontáneas!