Revista Vertice

Portada » Repelentes naturales

Repelentes naturales

En verano el riesgo por dengue se incrementa ya que es el momento de más actividad de los mosquitos que pueden transmitirlo. El uso de repelentes es una medida que ayuda a prevenir la enfermedad. Los productos industriales, usados intensivamente, pueden intoxicarnos. Es por esto que en algunas de las provincias más afectadas se enseña a preparar repelentes caseros y naturales.

Los especialistas insisten en que para prevenir el dengue es fundamental eliminar los lugares donde este puede reproducirse. Quitar objetos donde pueda acumularse agua, limpiar adecuadamente bebederos de animales, mantener despejadas canaletas y otras medidas son las indicadas para evitar que prolifere.

Pero además de esto, será necesario evitar que los mosquitos nos piquen y para ello los repelentes son lo que necesitamos.

En el mercado hay una amplia variedad de productos que mediante sustancias químicas ahuyentan a estos insectos. Sin embargo, el uso prolongado de éstos, puede tener consecuencias en nuestra salud.

“Una persona sana no puede estar tres meses bañada en ese repelente que hay que reponer cada 4 o 6 horas”, indica la doctora Marcela Bobatto, oriunda de Eldorado (Misiones), quien desde hace años enseña cómo hacer repelentes naturales.

Esta profesional afirma que el repelente químico está indicado para una persona enferma, a fin de evitar que el mosquito lo pique y pueda infectar a otras personas.

Los repelentes comerciales tienen un elevado costo y además «puede alterar el neurodesarrollo en niños a largo plazo», asegura Bobatto.  «Es mejor elegir un producto lo más natural posible para la piel, ya que siempre va a ser menos alergénico», expresa.

 

Cómo preparar un repelente natural en casa

Para elaborar un repelente para el cuerpo debemos juntar 4 o 5 de las siguientes plantas: alcanfor, eucaliptus, pipí, cedrón, salvia, carqueja, romero, hoja de mamón, pari paroba o clavo de olor. Colocamos 100 gramos de estas plantas en un litro de agua hervida y lo tapamos por media hora. Luego, lo colamos y le agregamos 500 cc de alcohol. Esa preparación se puede usar así o mezclada con aceite neutro, que hace que se adhiera mejor a la piel.

Otra manera es agregar clavo de olor (un puñado) a medio litro de agua en una botella de plástico. Cerrar la botella y dejarla reposar 4 días para que el clavo de olor libere su esencia. El agua se volverá marrón. Una vez que pase este tiempo, colamos la preparación y la colocamos en un atomizador donde le agregamos aceite de bebé.

También podemos usar eucalipto, lavanda, aloe vera o citronela. Lo que hay que tener en cuenta es que estos repelentes naturales tienen una protección de corta duración, por lo que debe aplicarse con mucha frecuencia.

 

Recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría

La SAP indica que uno de los repelentes más utilizados es el DEET (N N-diethyl-m- toluamida), cuya concentración puede variar de un producto a otro.

La duración de la protección con esta sustancia depende de la concentración. Un producto con DEET al 10 por ciento protege durante 2 o 3 horas aproximadamente. Si la posee un 25 por ciento,  la protección es de 6 horas en promedio.

Frente a este producto advierte que la Academia Americana de Pediatría recomienda que los repelentes que se usen en niños no contengan más de un 30 por ciento de DEET. Además, la SAP recomienda no utilizar repelentes de insectos para los niños menores de 2 meses.

En cuanto a la correcta aplicación para evitar efectos adversos generados el DEET, la institución indica:

  • Revisar la etiqueta del envase para solo usar aquellos productos cuyas concentraciones no superen el 30 % de DEET
  • Seguir las instrucciones según se indican en la etiqueta
  • No aplicar el repelente en zonas de heridas , cortaduras o piel irritada
  • No aplicar el producto (en caso de spray) directamente sobre la piel, sino colocar en la mano y luego esparcir
  • Evitar el contacto del producto con los ojos y la boca.
  • No aplicar el repelente en las manos de los niños. El mismo debe ser aplicado por un adulto.
  • Primero colocar el protector solar y luego de 30 minutos aplicar el repelente
  • Se puede rociar la ropa una vez colocada
  • No dejar que los niños se apliquen repelente a sí mismos o a otras personas.