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Un nuevo concepto en inversión inmobiliaria

En el contexto actual, la inversión en “ladrillos” es una de las maneras más seguras de resguardar nuestro dinero. Sin embargo, la capacidad de ahorro de muchas familias no es suficiente para alcanzar el costo de un departamento. Frente a esto surgen propuestas que ayudan a ahorrar de acuerdo a las posibilidades.

Mantener a salvo el valor de nuestros ahorros es una preocupación que cobró mucha importancia en el actual contexto económico. Una de las opciones más destacadas es invertir en bienes inmuebles. Pero, en muchos casos, las familias no disponen del suficiente dinero guardado para hacer frente al costo total de un departamento. Muchos otros, suman a esto la falta de certeza sobre sus ingresos fijos futuros, lo cual les impide comprometerse con el pago de una cuota.

En medio de estos obstáculos, surgen alternativas para que invertir en ladrillos esté al alcance de todos. Lunardi desarrolló el Plan M2, un sistema para adquirir departamentos metro a metro, de acuerdo a las posibilidades de cada uno.

El plan está avalado por la trayectoria de esta empresa que lleva más de 70 años en el mercado de la construcción. Sus más de mil departamentos entregados en Río Cuarto y la región confirman su historia de confianza y seriedad. Las unidades entregadas se destacan por la calidad de su construcción y terminaciones.

 

¿Cómo funciona?

Además de la trayectoria de la empresa, el Plan M2 cuenta con un marco jurídico que da seguridad a quienes ingresen en él.

Entre la desarrolladora y el comprador se celebra un contrato donde se especifica la cantidad de metros cuadrados que éste último adquiere. En un plazo mínimo de 3 años y máximo de 8, el adquiriente deberá escoger entre alguno de los proyectos inmobiliarios propuestos por Lunardi. También puede optar por la devolución del dinero invertido.

Una vez elegido el departamento que se va a adquirir, el cliente abonará el proporcional del terreno que corresponda u otra diferencia de acuerdo a la tipología o categoría del metro cuadrado que elija.

Si el proyecto escogido está aún por construirse, Lunardi compensará la espera hasta la finalización ¡con más metros cuadrados!

Si los planes cambian, lo adquirido puede venderse o cederse, previo acuerdo de la empresa.

Quien ingresa al Plan M2, nunca pierde. Porque en caso de optar por el retiro del dinero invertido, éste se cobrará actualizado según el Índice del Costo de la Construcción.

Además, el sistema cuenta con la seguridad jurídica que brinda la figura legal del Fideicomiso Inmobiliario.

El Plan M2 llegó para dar una solución simple y al alcance de todos. Sin cuotas, sin obligaciones mensuales, sin requisitos ni créditos bancarios.

¡Una manera segura de ahorrar!