Compra de tickets para ver un recital desde el sillón, copiar un link para descargar una charla o salir en auto y ver una película en el cine, sin bajarse. El Covid-19 trastocó las formas de uso y consumo de la cultura y los espectáculos. ¿Vamos a una experiencia híbrida?
Domingo 18 horas, Darío Sztajnszrajber empieza a transmitir en vivo desde Instagram. La propuesta, esta tarde, es conocer, revisar y repensar la obra “El banquete”, de Platón. Más de 3.000 personas siguen la interpretación del filósofo sobre el diálogo platónico que piensa las formas del amor. Puede parecer una propuesta extravagante escuchar a un filósofo un domingo por la tarde. Pero Darío Szta hace tiempo se convirtió en un gran divulgador de la materia y hay otros condimentos extras para entender la audiencia que crece. Son las 18.10 y ya hay 3.500 personas en su vivo de Instagram. ¿Hay un nuevo fenómeno por la filosofía? En parte sí, hay mayor interés por una camada de educadores que tratan de desacralizar el amor a la sabiduría. Pero este año en particular, la aparición de la pandemia del Covid-19 aceleró todos los consumos culturales que pudieron encontrar una expresión on line. Con las distintas fases de la cuarentena –aislamiento, distanciamiento, etc.- la circulación restringida y la imposibilidad durante muchos meses de asistir a eventos públicos, a centros comerciales, a galerías, a museos y cines, todos fuimos protagonistas de una migración obligatoria.
Y la cultura, los shows, el teatro y la industria del espectáculo también debió repensar sus formas de llegar a los públicos. Es un desafío constante y que aún busca su mejor versión.
Las presentaciones de los domingos de Darío Szta son gratuitas, pero el filósofo ya se sumó a la cartelera de artistas y divulgadores de la cultura que forman parte de la propuesta de Ciudad Cultura Konex, el espacio físicamente instalado en Buenos Aires, pero que hoy acerca su grilla a todo el país. Desde www.cckonex.org la grilla de actividades on line crece semana a semana. Además de Darío Szta y su presentación “Clásicos de la Filosofía” se puede ver y escuchar al historiador Felipe Pigna con “Los grandes hechos mundiales y su repercusión en la Argentina” o la presentación oficial del disco “Molosetti y La colonia”. Con un costo de $500 se accede al show on line en el que Javier Malosetti junto a su banda “La Colonia” presentan su albúm debut. En este caso, el sitio difunde que “la performance se presenta de manera on line a 6 cámaras para captar el vivo arrollador que los caracteriza”.
Pero como siempre, la música es más que música y lo que siempre buscamos quienes vamos a ver un recital es la experiencia, la sensación de estar en un momento especial y poder atesorar recuerdos imborrables. ¿Es posible eso en plena pandemia, con el mundo paralizado por la incursión del Covid-19 y los shows, recitales y festivales de música presenciales aún en suspenso? Seguramente que la experiencia no será la misma, y las circunstancias obligan a todos a meter mano en el ingenio o a bucear en recetas ya usadas. La prohibición de abrir y concurrir a los cines modificó también esa experiencia, y así surgió la posibilidad, en algunas ciudades del país, de ir a un autocine.
En el caso de los recitales, en el Konex pensaron en un plus: por unos pocos pesos más –el equivalente al precio de otra entrada- el espectador accede, después del recital, a un encuentro con el artista vía Zoom, algo que, fuera de este contexto solo estaba reservado para el círculo cerrado de amigos y asistentes de los artistas o a quienes pueden afrontar los siempre muy costosos aranceles de los “Meet and greet”, que permiten a los fans sumarse a los backstages de sus ídolos.
Como se ve, aunque la pandemia está sacándonos alguans experiencias y posibilidades, también nos trajo otras.
En Río Cuarto, el Centro Cultural Leonardo Favio es uno de los principales espacios desde donde se difunde producción local y donde se replica la agenda de la Agencia Córdoba Cultura de la Provincia. En septiembre, por ejemplo, se difundió “La Noche de la Fotografía”, y vía Zoom se propuso celebrar de manera virtual con exposiciones de obras, actividades y una charla en vivo con el fotógrafo argentino Andy Goldstein.
Y hasta la máxima meca del rock nacional, como es el Cosquín Rock tuvo su primera experiencia on line. Y fue muy exitosa. En agosto la experiencia del festival que dirige José Palazzo se vivió desde la plataforma www.cosquinrock.net y convocó a más de 70 artistas en 4 escenarios distintos: el teatro Vorterix, el Luna Park, La Trastienda y The Roxy. Al Cosquín virtual lo vieron más de 170 mil personas en todo el continente que pagaron $600 para el acceso general o $6000 para un pase VIP. Además de las presentaciones de los artistas hubo chats en vivo, la posibilidad de elegir la cámara con la que cada uno quiera mirar el festival, vivencias en realidad virtual y accesos exclusivos a meet and greet.
El rol del Estado
Sobre cómo están interviniendo los estados locales, provinciales y municipales, las economistas Carolina Beltramino y Mariana Spanevello del Ieral de la Fundación Mediterránea elaboraron el trabajo “Acciones locales contra la pandemia. Medidas de apoyo al sector cultural”, para conocer cómo se está parando el sector público ante la nueva realidad. Y en ese sentido remarcan que “las ciudades han adoptado una actitud proactiva creando y potenciando nuevas estrategias de difusión de la cultura. Los gobiernos locales garantizan y generan nuevas modalidades de acceso a la cultura, apoyan la presencia de artistas locales en internet e incentivan su participación en eventos culturales en línea. Asimismo, los municipios promueven y ponen a disposición sistemas de donación en apoyo a los artistas. Finalmente, en la medida que la situación sanitaria y los protocolos establecidos lo permiten, las localidades avanzan en la implementación de mecanismos de difusión de actividades culturales de tipo presencial, adaptadas a la situación sanitaria local. Los gobiernos locales han generado nuevas posibilidades de acceso al patrimonio y al conocimiento”.
Y entre los ejemplos de acciones públicas para la cultura mencionan que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires puso en marcha el programa “Cultura en casa” para llevar a los hogares una programación unificada, online y gratuita. Se brinda acceso a óperas y documentales del Teatro Colón, o las obras de teatro del Complejo Teatral de Buenos Aires. Además, se brindan talleres, tours virtuales de espacios culturales emblemáticos (la Usina, el Museo Moderno o el Teatro Co- lón), recitales, conciertos, audiolibros, películas, series y tutoriales. En igual sentido, Villa del Rosario (Córdoba) lleva adelante su programa de promoción cultural y artística de la localidad (Cultura Activa) a través de un espacio virtual, desde sus cuentas oficiales, donde todos los vecinos pueden disfrutar de producciones y actividades propuestas por artistas locales.
Por el otro lado, el Municipio de Rosario genera eventos virtuales para la participación del sector cultural local, poniendo a disposición una gorra solidaria virtual para canalizar fondos en apoyo a los artistas. A modo de ejemplo, se organizó el primer festival de danza virtual “Danza en Red” donde participan diversas expresiones y disciplinas de la danza para visibilizar el trabajo artístico llevado a cabo por el sector. Asimismo, mediante la implementación de la modalidad audiovisual, se retomó el ciclo de Microteatro organizado por el teatro municipal La Comedia, que había sido suspendido a raíz de la pandemia; y se llevan a cabo conciertos musicales en el marco del programa “Miniconciertos de Entrecasa del CEC” (Centro de Expresiones Contemporáneas)”, mostrando espacios culturales de la ciudad.
En diálogo con Vértice, Diego Formía, subsecretario de Cultura de la Municipalidad de Río Cuarto, comentó la experiencia local para hacer frente a la pandemia y repensar la forma de llevar el arte y la cultura a los espectadores. “Lo primero que hicimos fue un censo para artistas, técnicos, agrupaciones y espacios culturales para tener más información sobre la situación en el contexto de la emergencia. Generamos un canal de You Tube donde empezamos a publicar material fílmico que ya teníamos, desde mayo empezamos a grabar con artistas locales en espacios públicos y algunos privados y se empezó a generar un cachet que también funciona como un seguro de artistas, para que puedan tener algunos ingresos iniciales”, cuenta.
En junio se puso en marcha el programa “Cultura solidaria” donde se cobra una entrada solidaria para acceder a espectáculos de forma virtual a través de plataformas como You Tube. “Hubo mucho impacto en la economía de la cultura, hay un universo de trabajadores y un sistema de gastronómicos, bares y cafés que ofrecían shows presenciales y que sintió todo el impacto. Hoy el canal de You Tube de Río Cuarto tiene más de 150 producciones. Prácticamente comenzó a generarse una producción de televisión, grabando en espacios oficiales e independientes”, destaca Formía.
Por otro lado, la Feria del Libro de Río Cuarto, que usualmente se desarrolla en octubre este año se traslada al mes de noviembre. Y también tendrá un nuevo formato: será del miércoles 12 de noviembre al 15 de noviembre y se va a generar un catálogo virtual donde librerías y editoriales locales van a poder mostrar su producción y oferta, promocionando los libros y la lectura con estrategias de ventas puntuales. El catálogo estará en los sitios y redes on line del municipio. A la vez, está avanzado un proyecto privado de auto cine en un predio a metros del Autódromo de Río Cuarto.
“La gente empezó a consumir productos virtuales, después notamos un poco de cansancio en ese consumo, pero hay algo muy importante, la virtualidad rompe cualquier frontera, estamos viendo comentarios en inglés, consumo en el exterior de artistas y agrupaciones locales. Les llega el feed back de Europa o de México, algo que probablemente no habrían tenido. Rompe las fronteras físicas y creo que es un aspecto interesante. Y la otra perspectiva que tenemos es que cuando en algún momento se abra la vuelta a espectáculos presenciales creo que también va a estar presente la virtualidad, la posibilidad de hacer streaming de esos espectáculos, creo que se van a complementar las dos formas. Creo que hay cosas que llegaron para quedarse, incluso en la presencialidad está la virtualidad”, asegura Formía.
Una expresión de Pedro Sorrentino, subsecretario de Cultura de la UNC, en diálogo con el sitio Qué Portal, de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, completa el concepto de las nuevas formas de uso y consumo de la cultura: “las expresiones artísticas son buscadas permanentemente, tanto como una herramienta para la reflexión, una forma de expresividad o una forma de disfrute estético. De hecho, sin expresiones artísticas, sobrellevar la cuarentena hubiese sido mucho más difícil aún. Sin contar con la música, las experiencias teatrales, las ficciones o las lecturas todo hubiese sido aún más cuesta arriba”.